sábado, febrero 23, 2008

She's dead. Wrapped in plastic


y que nadie diga que no: la televisión no es la misma desde ese día...
She's filled with secrets. Where we're from, the birds sing a pretty song, and there's always music in the air...
Felices diecinueve, Laura Palmer...

viernes, febrero 15, 2008

Fragmentos de algunas conversaciones magnetofónicas entre á+ y NT. Historia musical. Parte I

El tema de la música da para horas de conversación. Por alguna curiosa asociación, los recuerdos más remotos que tengo, de aquellos con imágenes en movimiento, están relacionados con la música: sea en casa de mis padres, con las canciones de Cri Cri, los boleros que tanto le gustan a mi madre o los corridos con los que, todavía, suspira mi padre... o sea en casa de Juan y Juanita Dobermansky, escuchando la XEW y todo aquello de Pedro Vargas y gente por el estilo... y lo mismo pasaba en casa de Nina (la hermana de la Dobermansky). Así que entre la ñoñez de Cri Cri, los drama queenismos de los boleros y el tremendismo de los corridos fue que transcurrió mi abc musical. Para que se entienda esto, habría que decir, por ejemplo, que en casa de mis padres anda por ahí un disco con canciones de Cri Cri cantadas por... Libertad Lamarque. Y es en serio lo que digo, a las pruebas me remito.
Ya luego, recuerdo que antes, mi madre escuchaba mucho el radio. Recuerdo una radiodifusora que se llamaba Stereo Internacional, y hasta uno de los promos de la difusora... “Las manos que acarician al bebé, sintonizan Stereo Internacional”, con una risa infantil por ahí... y ponían sólo canciones instrumentales, de las del tipo de Ray Coniff, Paul Mauriat y gente por el estilo. Sí, música de la que ahora etiqueto como “música de súper mercado”. Había otra de la que no recuerdo el nombre, pero ponían música en español, de la de aquel entonces, baladas en español: Mocedades, Massiel, Julio Iglesias, Sergio y Estíbaliz, Napoleón, Juan Gabriel (con aquello de “Buenos días, señor sol”), Mari Trini, Manoella Torres (“la mujer que nació para cantar”), Camilo Sesto, Sandro de América... y luego así, mis padres no querían que anduviera melancólico. Nada más de pensar en los dramas que había en letras como “Secretaria”, “Pajarillo”, “Rosas en el mar” (seguro la primera canción que me aprendí de memoria), “Vivir así es morir de amor”, “Me preguntas y preguntas” (de Sandro, que se veía de WOW con sus pantalones acampanados de rayitas, su camisa abierta hasta medio pecho, un mechón cubriéndole medio rostro y haciendo movimientos de pelvis que hacían que la cámara sólo lo tomara de la cintura hacia arriba...). Cuando recuerdo estas cosas, me quedo pensando en la gravedad del asunto, porque todo eso lo escuché en una época en la que, por edad, absorbía indiscriminadamente todo lo que escuchaba. Para mi madre, para Vannia y para mí, era un show seguir las eliminatorias del Festival OTI (algo así como Eurovisión, pero de cantantes mexicanos, donde se calificaba no al cantante, sino las letras de las canciones...), o bien, estar arranados viendo Siempre en Domingo.
Luego, otro elemento fundamental en lo que es algo así como mi prehistoria musical fue mi hermano Travis quien, sabrá Dios cómo, pero estaba enterado de la actualidad musical en lengua inglesa y que, además de oír a los Beatles, a Queen y a otros similares en una radiodifusora que se llamaba La Pantera, sintonizaba también Globo Stereo, y ahí fue, sobre todo, conocer gran parte del panorama de la disco music, que si Donna Summer, que si Gloria Gaynor, los Village People... y luego, tampoco sé de dónde sacaba dinero para comprar discos (hacía expediciones con sus amigos para ir al DF y llegar con el último grito de la moda) y así fue que Vannia y yo tuvimos nuestros primeros acercamientos con el punk, con grupos del tipo Ramones, Stray Cats, Sex Pistols, The Clash y creo que hasta Siouxie Sioux. Pero la historia no se detiene ahí, porque también escuchábamos todos esos rollos del glam rock y del new romantic; de ahí recuerdo, sobre todo, a The Human League, Duran Duran, Simple Minds... y para acortar esto, la música electrónica de gente como Tomita, Jean Michel Jarre...
Quizás lo que pasó con todo este rollo musical, es que me indigesté, así que eso podría explicar lo que llamo el segundo nivel de mi historia musical... sí, tal vez se puedan entender muchas cosas a partir de eso...
(Febrero de 2007. To Be Continued...)

miércoles, febrero 13, 2008

Y que se muere Emilio Carballido...

Sincronicidad

Hace varios años (tantos que, al momento de pensar en cuanto tiempo provocan, diría Othón “Silencio, lobreguez, pavor tremendos”), mi amiga Nadia llegó con un librito (por lo pequeño), con tres obras de teatro. Ahora sólo recuerdo dos de ellas: Te juro, Juana, que tengo ganas y Fotografía en la playa. “Tal vez te guste leerlas”, fue lo que me dijo. Por el título, me atrajo la primera y la leí más rápido que inmediatamente y sí, me gustó, sobre todo el monólogo de una bibliotecaria que explica por qué tuvo que salir de su pueblo, en Yucatán, creo recordar. Esa misma noche, en uno de los programas de Verónica Castro, estuvo Daniela Romo como invitada y, venir a ver, escenificó el monólogo que casi acababa yo de leer. Lo hizo de una manera tan graciosa que me tuvo botado de la risa buena parte de la noche.
Hace varios minutos, mi amigo Agustín me mandó un sms para comentarme que había fallecido Emilio Carballido, el autor de las obras a las cuales me refiero en el párrafo anterior. Su sms coincidió con el momento cuando leía, online y con cierta pesadumbre, las notas aparecidas en La Jornada. La coincidencia entre el mensaje de Agustín y mi lectura me hizo reír, aunque no tanto como el comentario de ese otro monstruo veracruzano que es Sergio Pitol, con respecto a la muerte de Carballido: “Emilio ya está escribiendo allá arriba, delante de Dios, tal vez una obra que se llamará La Magdalena”. La frase, total, valga decirlo, me tiene botado de la risa desde hace rato y es tan ingeniosa que no sé bien a quién describe mejor, si a Emilio Carballido o a Sergio Pitol.
Intermedio reflexivo

(Luego de esta frase, lamento, de verdad, que las varias veces que he conversado con Sergio Pitol, nuestros diálogos hayan sido tan formales y tan académicos: que si Alice’s Adventures in Wonderland, que si tal cosa de Virginia Woolf, que si Jaime Gil de Biedma... Ahora sí, y con el movimiento de manos de Britney Spears en el video de YouTube donde aparece enmarihuanada: AISCH)
Meditación a la orilla del tedio

No voy a decir que sea fan del teatro de Carballido, al que he leído poco y mal, pero sí puedo señalar que su propuesta me parece un tanto peculiar; como sucede (por muy distintas razones, claro está) con el teatro de Elena Garro o con el de Víctor Hugo Rascón Banda (quizás, junto con Carballido, los tres dramaturgos mexicanos a los que más he leído), puesto que se trata de una propuesta engañosamente sencilla, o sea, cualquier obra de teatro de ellos se deja leer de una sola sentada y, casi puedo asegurar, no habrá pasaje que no motive, al menos, una sonrisa lectora... sin embargo, si se le quiere sacar más provecho a la lectura, se verá que cualquier detallito de la producción dramática de cualquiera de ellos puede crecer inesperadamente, cual si de una deuda crediticia o hacendaria se tratara (aunque, a diferencia de éstas, se trate de algo agradable en grado extremo).
Total, que se murió Emilio Carballido. A diferencia de la crítica (pertinente o no) yo no sé si en su obra recuperó el espíritu y las costumbres de provincia, o si trató (y mejor que nadie) el tema femenino o si sus personajes son humorísticos. Lo que sí sé es que cada que leo algo suyo, me siento tranquilo y contento, conmigo mismo y con los demás. Si lo que dijo Sergio Pitol es cierto, espero que cuando me muera, pueda leer La Magdalena. Sólo de pensar en el título, me provoca un ataque de risa loca.
Pilón

Dos sincronicidades relacionadas con el mismo sujeto, son muchas sincronicidades...
p.s.: gracias a mi hermanito vannia por señalarme algunas erratas del texto...

miércoles, febrero 06, 2008

Top Ten de principios de año

Éstas son las canciones que han estado sonando más en estos días en el i-pod:

- “Fleur de Saison”, de Emilie Simon
- “Don´t Fall in Love , de Emilie Simon
- “Flowers”, de Emilie Simon
- “Faust Arp”, de Radiohead
- “Ray of Light”, de Madonna
- “Electricistas”, de Fangoria
- “Don’t Tell Me”, de Madonna
- “Viaje a los sueños polares”, de Family
- “Mi primer viaje”, de Single
- “El amor en fuga”, de Single

A las obsesiones intronáuticas se suman, venir a ver, otras nuevas: Emilie Simon, una francesa cuya propuesta estética (no sólo musical, que conste, porque sus videos son bastante peculiares) me interesa tanto como para ponerme a escribir algunas líneas al respecto (no ahora, por supuesto) y los Radiohead, que pese a haberlos escuchado, no había considerado anteriormente, pero con su nuevo disco In Rainbows, me han ganado, me han ganado. “Faust Arp” se ha convertido en algo así como el soundtrack de mis fines de semana en el D.F., en compañía de Agustín y de Sergio, cuyas presencias han aligerado, y con mucho, la neura y el amuermamiento que representa vivir en el ejido conurbado del D.F.
Sin embargo, y al parecer, eso está por cambiar, de aquí que luego no resulte casual que dos canciones tengan la palabra “viaje” en sus títulos y en sus letras. Lo de “Electricistas” y lo de “Ray of Light” lo escucho con sumo interés porque... porque la primera está basada en la segunda...
Siempre que sale un disco de Fangoria, la crítica musical busca la filiación de éstas con las Pet Shop Boys (y es cierto que se trata de una especie de sorority); sin embargo, no recuerdo haber leído nada acerca de la filiación de Fangoria con Madonna y es algo en lo que pienso cuando escucho “Electricistas”, pues desde tiempo atrás he venido diciendo que esa canción es la versión Fangoria de “Ray of Light” en más de un sentido.
En fin, recomiendo que se busque en el YouTube los videos de Emilie Simon, cuyo descubrimiento se lo debo a quien fue (porque ya hay que hablar en pasado del asunto) mi más reciente conmoción sentimental; pese a todo y por Emilie Simon, ya ocupa un lugar en mi corazón...
Por cierto, ya viene el 14 de febrero y voy a ver si tengo tiempo de desarrollar el proyecto fotográfico para la ocasión.
Nota: al final me puse teto y hay links en varias palabras de esta entrada.