miércoles, diciembre 12, 2007

50 años de la Facultad de Letras Españolas de la Universidad Veracruzana. toma IV y última

El resto de la tarde del jueves la invertí en caminar un rato por una Xalapa recién llovida... cuando Borges califica el agua como un elemento “lustral”, definitivamente sabe de lo que habla: después de una lluvia, todo lugar se ve renovado, lindo... incluso Toluca tiene esa efímera transformación.
Me fui caminando de Los Berros al Callejón del Diamante, sitio al que acudí no a ver hippies, sino a comprar café Calli, una prueba más de que Dios existe. Compré cinco kilos: dos para uso personal-familiar y los otros tres, para repartir entre las amistades. Pocas cosas se comparan a beber una o varias tazas de ese café, en compañía de las amistades, mientras se cuentan historias y más historias.
Llegué al hotel y, como estaba aburrido, me puse a ver Communion, una de mis películas porno favoritas de la temporada, en lo que llegaba la hora de verme con José Luis, Ricardo y un su amigo de ellos para ir a cenar pizza y a beber vino tinto. Entre la cena, el chisme, la bebida y los acompañantes, aquella fue una de las ocasiones en que se junta el hambre con las ganas de comer.
Ya luego, me regresé caminando al hotel, solo, por esa avenida tan tan que es Ávila Camacho... en el ipod traía el soundtrack del viaje y de muchos días después: Confessions on a Dance Floor, de Madonna, que oigo como si acabara de salir y del cual me encantan varias canciones: “Sorry”, “Let it Will Be”, “Forbbiden Love”, “Jump” y, la que más, “How High”, que me encanta porque parece que oigo a Madonna y a Kylie (Minogue, claro), cantando juntas en un híbrido de las dos.
Por si las dudas, preparé la maletita, me acosté a dormir y ya en la mañana me paré de la cama, me bañé, desayuné y me fui a CAXA. La mayor parte del camino me la pasé durmiendo y nada más pensar en volver al ejido conurbado del DF me dio mucha, mucha pereza.
Ya lo dijo Emilio (Woodstock, para quienes lo hayan leído en inglés), el pajarito de Snoopy: “De lo bonito, poquito”.

Y ya, que tengo muchas otras cosas de las cuales escribir, pero me falta tiempo y cuando tengo tiempo, ando de un cansado, que no puedo más, no puedo, no puedo...
Mañana me voy al DF al examen de mi amiga Tatis Kikus quien, es la cuarta, de los cinco cuerpos (Jes, Moño, Kiwi y yo), que integraban la “infame turba de nocturnas aves”, que se titula del programa de doctorado del Colmex... no me pregunten quién falta, que me van a salir más canas y, probablemente, alguna arruga más...

martes, diciembre 11, 2007

50 años de la Facultad de Letras Españolas de la Universidad Veracruzana. toma III

Para variar, el jueves que me tocaba la presentación en Xalapa, no había terminado-terminado lo que iba a leer; es decir, ya estaba terminado, pero no estaba listo. Así que me desperté a las 6, le di sus últimos toques y luego me dio sueño y me volví a dormir... hasta las 9.45 de la mañana. La lectura era a las 11 y todavía me faltaba ir a comprar el boleto de vuelta al DF, desayunar e imprimir el trabajo.
Todo eso se hizo, como dicen donde trabajo, “en tiempo y forma”. Llegué a la Facultad y, como siempre, tuve una sensación muy rara de volver a un lugar que “ya conozco” y que, sin embargo, siempre es tan distinto. Algunos maestros por ahí y fauna totalmente nueva...
Poco antes de comenzar la lectura, José Luis me entregó el cd de Single, Pío Pío, que me trajo desde España en su viaje de Semana Santa. Entonces le dije: “Perfecto. Yo venía por mi disco. Nos vemos pronto”... Pero ya había gente en el Auditorio de Humanidades y me tuve que quedar.
Tampoco es que hubiera mucha gente, algo así como 10 cuerpos (o nueve y medio, dada la altura de una de ellas). Tampoco se trataba de esperar más gente, si ya antes, una profesora a quien cada vez le salen peor sus ejercicios de hipocresía me encontró y antes de saludarme me dijo: “aaaaaaaaaaaaaaaaaaaay álvar fááááááááááááááááñez, qué gusto verlooooooooooooo. Qué peeeeeeeeeeeeeeeena pero no voy a poder estar en su lecturaaaaaaaaaaaaaa. Tengo exameeeeeeeeeeeen y si lo suspeeeeeeeeeeendo, los niños me mataaaaaaaaan”. Y yo, para mí: “claro, sobre todo si sigue haciendo sus exámenes memorísticos de literatura medieval”.
Total, que empecé con la lectura, previa sesión pública de viboreo entre José Luis y yo. Él: “hace 15 años NO estuviste en el escenario”. Yo: “Para las burradas que estuvieron leyendo mis queridos compañeros, tipo ‘el centro no está en el centro, sino que está en la orilla, que no es la orilla, sino el adentro de un afuera que debido al falogocentrismo enunciado por Derrida...’. Además, supongo que hice berrinche por algo. Ya ves que era más berrinchudo en aquel entonces”.
Luego, el final de la presentación que hizo acerca de mí fue más o menos como sigue: “Cuando el humor y el tiempo así se lo permiten, redacta una novela, Sólo el humo permanece, desarrollada en un lugar que muy bien puede ser Xalapa, en un periodo que muy bien puede ser el de 1990 a 1994 y con personajes que pudieron haber habitado esta ciudad o esta Facultad durante esos años”. Y eso bastó para que dos o tres caritas asistentes se vieran entre sí con cara de apuro.
Empecé con la lectura, dedicada a cuatro amigos que le debo a Xalapa: Librado Basilio, Carmen Marín, Alejandro Higashi y José Luis. Tuve que cortar mi rollo porque me quiso ganar la emotividad y como ya se sabe lo sensible que puedo llegar a ser en esos casos, se me quebró la voz y me iba a poner a llorar.
Creo que al terminar la lectura, parte del objetivo estaba cubierto, porque algunas muchachas de la Facultad se acercaron a preguntar dónde podían conseguir el libro de Ulalume, porque les habían gustado mucho los fragmentos que leí.
Luego, salí a viborear un rato a la Facultad y entre pláticas con José Luis y Ricardo, se soltó una tormenta que me hizo recordar el diluvio universal. Y yo que había quedado para comer con Betha (y con algunas personas más, pero al final, sólo pude comer con ella), quien se ofreció a pasar por mí y luego fuimos a Las Tapas del Gallego, pero como yo seguía con malestar estomacal, casi no comí.
La conversación con Betha fue muy curiosa porque: o le empieza a fallar la memoria o tiende a evadirse de la realidad. Resulta que nuestros amigos más insoportables no son tales, sino que son “raritos” pero, eso sí, muy buena onda, y que la indigesta de Yaneth es un pan de Dios endulzado con miel de la del Cantar de los Cantares. No sé. Igual y en aquellos ayeres habitamos realidades paralelas...
To be continued...

lunes, diciembre 03, 2007

50 años de la Facultad de Letras Españolas de la Universidad Veracruzana. toma II

Ir a Xalapa representa volver a un lugar y una gente que, a lo largo de los años, ha trascendido en mi persona. Cuando José Luis me dijo que lo de la lectura formaría parte de un trío de tres (las otras dos fueron la de Alejandro Higashi y la de Pablo Sol) me hizo gracia, porque los tres, luego de la Fac. de Letras, fuimos al Colmex, en distintas y sucesivas promociones (es raro que por primera vez en varios años, en la promoción que ahora está por terminar, no haya gente de la Fac. de Letras en el Colmex).
Sin embargo, y como le comenté a Ismael hace tiempo, hay otra situación con Xalapa: para mí representa, también, uno de los sitios de los cuales conservo muy buenas memorias, aunque de unos años a la fecha la realidad no concuerda mucho con esos recuerdos. Inevitablemente el paso del tiempo ha hecho que la gente vaya asumiendo, cada vez más, los roles de la vida adulta, lo que significa menos tiempo libre para perder con las amistades. Esta vez, como todo sería entre semana y por prácticamente dos días, fui con la idea de que sería muy difícil ver a toda la gente que estimo.
Llegué allí casi a la hora de la comida del miércoles 21, con el tiempo suficiente para saludar rápidamente a José Luis, Manuel y Pablo Sol, Alejandro, Dana y el pequeño Emilio Sebastián (el hijo de ambos, que nació en agosto de este año). Fue agradable volver a verlos, en el Asadero 100, bromear un rato con cosas como:
Alejandro: pues sí, éste es mi hijo. Qué gacho que tú no vayas a trascender así...
Manuel: bueno, cómo sabes... yo creo que todavía tiene tiempo...
Carcajadas, que no risas, de José Luis, Alejandro y mías.
José Luis me acompañó a comer, platicamos un rato y me dejó solo para que reposara el cansancio del viaje. Hace años eso habría sido impensable pero, ahora... resulta necesario y gratificante. Fue descansar un tiempecillo, darme cuenta de que tenía complicaciones estomacales y esperar a que Perlita pasara por mí para ir a cenar.
Con Perlita, y con Martín, su esposo, comparto uno de mis placeres favoritos en la vida: comer en lugares agradables. Si hace tiempo me hicieron conocer un restaurante de truchas, que cuento como uno de mis sitios favoritos en La Orduña, esta vez fuimos a un restaurante italiano de ambiente familiar, donde tuvimos tiempo de sobra para ponernos al corriente de chismes, aventuras, desventuras y sueños (porque todavía quedan algunos).
Luego, como ya se había hecho noche, me llevaron al hotel para que descansara. Con los años, es necesario que uno repose un tiempo conveniente, toda vez que, si no se procede de esa forma, salen ojeras (y no se trata de que vaya uno cual mapache por la vida), se aja el cutis y el humor se altera. Como cantaba la Familia Telerín: “Ya llegó el momento de ir a descansar, para que mañana podamos madrugar”.

viernes, noviembre 30, 2007

tarantiniano?

Que en este ejido un camionero urbano maneje como se le dé la gana, se detenga donde el cliente o su voluntad así lo decidan, se pase los topes como si no existieran o ignore cualquier regla ya no de vialidad sino de urbanismo hacia los otros conductores (públicos o privados, por no hablar de sus pasajeros), todo esto y lo que se me olvide al respecto, no resulta nada raro.
Sin embargo: que un camionero urbano se le cierre a un conductor privado, que a la primera de cambios el conductor privado se le cierre a su vez al camionero, se suba al autobús y en medio de palabras altisonantes saque una pistola de unos 30 centímetros de longitud y que con la cacha se ponga como a batir huevo en la cara del camionero hasta dejarlo, ahora sí, como Santo Cristo, y que al final de su hazaña el hombre de la pistola diga: “y no te doy todo lo que mereces porque traes pasaje”... todo esto sí resulta raro.
Resulta raro porque ni el DF, con todo y su mala fama, ha visto uno ese tipo de situaciones.
Cierto que la conducta de los camioneros urbanos en el ejido este es de las peores que haya visto, pero no sólo son los conductores urbanos, sino que esto tiene que ver con el resto de personas involucradas con el transporte en este lugar.
Cierto que la violencia genera violencia, pero parece que ésta ha perdido límites de un tiempo a la fecha y, ahora sí, quién sabe dónde vaya a parar.
Que la gente empiece a hacerse justicia por propia mano, es indicio de que las cosas andan mal, pese a que las autoridades federales, estatales y municipales insistan en todo lo contrario.
Haber atestiguado el cuadro anterior, más que miedo, me dio impotencia...

lunes, noviembre 26, 2007

50 años de la Facultad de Letras Españolas de la Universidad Veracruzana. Toma I

La invitación a ir a Xalapa a dar algo así como una lectura dentro del marco por los festejos del 50 aniversario de la Facultad de Letras Españolas tuvo su origen allá por septiembre de este año. Habiendo tantos, y tan buenos, egresados de ahí y que hubieran pensado en mí me dio gusto. Esto y la amistad con José Luis, Director de la Fac cuando estudié allí, hicieron que de inmediato dijera que sí.
Como la temática era libre, la primera dificultad que tuve fue pensar en un tema interesante acerca del qué hablar. Podría haber sido de mi vida (pero quedó descartado porque sería algo fuera de lugar), o de algún otro tema literario, así que me puse a pensar en cualquiera de mis obsesiones y de inmediato pensé en algo comparativo entre Los recuerdos del porvenir y La feria. Pensé que eso sería suficiente, pero José Luis dijo que por qué mejor no algo comparativo, sí, pero entre “algo” de Elena Garro y “algo” de Ulalume González de León. Esto fue el anzuelo. La carnada completa fue una frase: “Sé que te gustan los retos y que, por lo general, sales bien librado de ellos”.
No se me habría ocurrido comparar textos de dos de mis escritoras favoritas. Sin embargo... Para que se tratara de algo relativamente equilibrado, me dije que sería algo narrativo, i.e., La semana de colores y A cada rato lunes. El objetivo se ibacercando. Habría que repasar los cuentos de Elena Garro. La enésima lectura de “La culpa es de los tlaxcaltecas” me dio la clave desde el principio: la palabra. Luego recordé aquello de “Difícil conquista de Arturo”: la palabra... o sea, la escritura...
Días después, quedó un título largo, como las orejas de la Bibi, como nombre de poema de San Juan de la Cruz o como canción de las Pet Shop Boys: Notas para una traducción de soledades (Laura y Clara: el espacio de la escritura en dos relatos de Elena Garro y de Ulalume González de León) y en un principio el trabajo quedó dividido en tres puntos principales:
1. Analizar ciertos conceptos teóricos (principalmente postestructuralistas), para conjeturar acerca del desdén que existe hacia determinados tipos de escritura.
2. Exponer los cuentos de mis dos heroínas, para resaltar sus características más representativas y observar sus similitudes y diferencias.
3. Enlazar las observaciones de 1 y 2 para cuestionar el proceder de la crítica hacia la obra de estas dos escritoras.
Pensé que con esto tendría oportunidad de discutir un poco con las críticas que luego me hacen con respecto a mi relación con la teoría, además de que podría concretar algunas ideas vagas, vaporosas, que tengo hacia la obra de estas dos mujeres.
Y es que lo de la teoría... sólo porque ahí no me como todo lo que me dan y porque creo que para una buena lectura no hace falta mayor soporte que leer despacio y con cuidado, sólo por eso, luego me he ganado caras de espanto e incluso algunos conatos de desvanecimiento de mis interlocutores, sobre todo cuando me preguntan: “¿Qué teoría estás utilizando para tu tesis?” y yo, todo tranquilidad, contesto: “Ninguna en particular. Mi tesis es sobre poesía, no sobre alguna teoría en específico. Luego uso lo que cada poema me pide. Nada más...”

To be continued

miércoles, noviembre 21, 2007

cosas raras...

la redacción de la versión final de lo que voy a leer en xalapa, junto con la tesis y algunas tormentas laborales, han impedido que piense, siquiera, en subir cualquier cosa, pero como lo de xalapa ya va de salida, en cualquier rato subo algo.
nunca pensé que fuera a ser necesario utilizar este sitio para mencionar que, muy probablemente, al menos una de mis cuentas de correo (desgraciadamente, la más usual y la que tengo conectada al msn) haya sido hackeada sabrá Dios desde cuándo...
un amigo me dijo que había recibido un mail mío, procedente de un sitio de esos que, supuestamente, se dedican, previa autorización del propietario de la cuenta, a "revisar" quien ha eliminado o bloqueado a alguien de su respectiva cuenta de msn. éste fue el primer indicio de que algo andaba mal, porque, como le dije a ese amigo, ya quisiera, ahora, tiempo para andar visitando, siquiera, mis cuentas de correo para contestar mails que tengo pendientes de tiempo atrás.
otro indicio fue que otra amistad, me iba a dejar un mensaje offline, cuando al lado de mi nick vio el nombre del mismo sitio de donde llegó ese mail del párrafo anterior, pese a que yo estaba desconectado (y camino al trabajo, lo que es más raro) al momento en el que me iba a dejar el mensaje. me dice que le extrañó el hecho, pero que pensó que me había vuelto repentinamente esquizoide.
finalmente, hace días, varios, que no he recibido ningún mail de ninguna de amistades, solamente de publicidad y boletines a los que estoy suscrito.
por si las dudas, ya cambié el password de dicha cuenta y sólo quiero decir que me deslindo del envío de cualquier mail de contenido sospechoso (tipo forwardeos, ofensivos, con attachments) que haya ocurrido en los días pasados...
nunca se sabe

viernes, noviembre 09, 2007

porque hoy hace ya un año...

Si con aquello del blurty me puse el plazo de un año para escribir lo que fuera y de lo que fuera, esta ocasión ni siquiera se me ha ocurrido pensar cuánto tiempo durará esta aventura, la verdad...
Cierto que, para mí, eso de la escritura es fundamental (y aclaro que ni escribo todo lo que quiero ni publico todo lo que escribo), al igual que sucede con lo de la lectura (y aclaro que no leo sólo en los libros; aquí es cuando sale la faceta romántica: para mí, la creación es legenda).
Y también, la verdad, cada vez me resulta más pesado eso de la escritura: si alguna vez reviso esto del blog, me doy cuenta de una de burradas sintácticas, estilísticas, semánticas, argumentativas, etc. que me da una pena...
¿Qué sale de todo esto del blog? Pienso en lo siguiente:
1. Aquello de los "Bustos de á y A conversando...". Alguna vez, mi amigo Gusi me preguntó que a dónde quería llegar con eso. La verdad, no sé, pero he pensado en hacer un cuadernillo e ilustrarlo, imprimirlo y repartirlo a las amistades. Unos 25 ejemplares...
2. Lo de Olga Zana... Todos esos personajes dan para hacer un cómic: Inés P. Rada, Cora Lee Jo y todos los demás que faltan por salir. Además, Olga me da para hacer carnavalizaciones de textos clásicos de la literatura (espero poder tener calma de terminar un comunicado de prensa basado en... un texto clásico, sí).
3. Creo que debería escribir más acerca de literatura... y más de música... y empezar a subir mis notas acerca de fotografía...
Queda... eso queda...
Además:
hay una flor que antes no estaba...
falta la sed de un pájaro...
Ah, el cabernet sauvignon está delicioso...

jueves, noviembre 08, 2007

bibi piluskis y una foto del altar




Como se puede observar, Bibi Piluskis sigue estando tan guapa como siempre; como, además, es muy fotogénica, ahí está el resultado. Y eso que tomé la foto con mi teléfono.
En cuanto al altar de muertos, ¿qué se puede decir? Vannia se esmera más cada año y como últimamente se está muriendo gente que no había muerto, no sé qué va a hacer con tantas fotos Vannia, la verdad. Cierto que el altar no se alcanza a ver completo pero, por más que traté de hacerle una foto que lo abarcara en su totalidad, nada más no se pudo. La foto que se ve a la derecha del novio muerto es la de mi abuelo Juan, el marido de Juanita Dobermansky, en sus años mozos.
Por ahí sale también una foto de Boogie (aka Arcadio, Arcadius Lumbricoides o Ruperto), mi primera adoración canina. Él vivió algo así como 12 años: nació a finales de 1981 y murió en 1994. A su lado está R2. Vannia me explicó y sus razones tuvo para acomodar cada foto como está. Vamos, que el altar tiene su simbolismo.

lunes, noviembre 05, 2007

el extraño viaje



Por aquello del sonido de un avión que despega (aunque el viaje sea en bus), escuchado desde el interior, pongo eso de “Fantasmas”: “¿Con qué fantasmas he de luchar? ¿De qué otro infierno más me he de salvar? ¿Y cuánto va a costarme la idea de olvidarme de cada sueño que ya traicioné?” Tanta meditación pre-ocupa. Me sigo con “Sin perdón”, “A fuerza de vivir”, “Las ventajas de olvidar” y “Nada más que añadir”. A eso se reduce El extraño viaje de Fangoria; el mío va más allá, más allá, más allá.
El ocaso nos alcanza en la carretera. Pop y Art de Pet Shop Boys. No recordaba los atardeceres con pájaros en volutas. “birds here inventing air, using twilight’s vasteness...”. Ah, cummings. “’You, damn sadist’, said mr. cummings, ‘You make people think’”. No hay nubes. El cielo es azul, azul otoño. La cauda de un jet como un arañazo en el cielo. La cauda de otro jet como otro arañazo en el cielo. Van a chocar. No chocan. Hay dos arañazos. La gente ha olvidado mirar al exterior y cuando mira al interior, mira cualquier pantalla.
Siempre me da gusto volver a ver a los padres... a la familia: “No estás muerto, pero cada año visitas el altar”.
El azul del cielo de otoño me amuerma y duermo la siesta. El aroma del copal me despierta. Vannia y yo vamos por más calaveras para el altar. Rodolfo llegará tarde. Hablamos. Que Luis le recuerda al personaje principal de Al filo de la navaja de Somerset Maugham. Llega la tía Griss. Las conversaciones se centran en la música, la muerte de Juana Meléndez (“A ella le debo la amistad de ustedes”) y el nuevo capítulo de Ciudad Pirul, la novela que desde hace años escribe Rodolfo. Hablamos de ella y de Sólo el humo permanece. Por default, de La feria. Y hay otras historias que dan, al menos, para conversar. Al menos.
Comunicación con Nadia (“El concierto de Miguel Bosé llega 10 o 15 años tarde a mi vida. No. No iré”). Comunicación con Yudis (“Ya compré un celular aquí; o sea, ya me quedé en esta ciudad”). Comunicación con Agustín (que si la estructura de la Summa Theologica, de San Ídem..). Comunicación con Isaí (me muestra un video de celular con una chica de no malos bigotes. Me pregunta que si la conozco. No. La tienes enfrente de ti. Oh...).
Comunicación con Vic Vic y con El dragonero. Mucha comunicación. Producen una alegría tan cercana a la felicidad que termina entristeciendo. Comunicación con Moño. Comunicación con Bibi Piluskis. Comunicación con Andrés Morelos. Comunicación con la señora Alba. Comunicación con Mayra. Comunicación con Martha. Kill Bill es una verdadera obra maestra contemporánea: fragmentación, intertextualidad, estructuración sistemática... a escribir al respecto. Co-mu-ni-ca-ción.
Ya hay que levantar el altar, porque entre semana no se puede hacerlo con calma. Música, mucha música: EMF, Siouxie, Primal Scream, Sinéad O’Connor, Intronautas, Calígula 2000, Love And Rockets, Madonna... y eso que solo el humo permanece... Arquitectura efímera deconstruida. Comunicación con los padres. Los cristales impiden que nos veamos y aunque manoteo no responden mi hasta entonces.
En el camino, el ipod se vuelve loco.
Más allá. Más allá. Más allá. Define “extraño” en este contexto; para ti todo resulta extraño.
If you go down to the woods...

domingo, octubre 28, 2007

cambio de horario... ¿y si cambio de idea porque sí?

Despertar agripado el domingo del cambio de horario de verano no es una buena idea. Anoche, al irme a cama (muy temprano, valga decirlo: a las 9 de la noche) pensé que por la hora en que me había ido a dormir (gracias a la maldita gripa que me estuvo acosando desde el jueves) me despertaría temprano, lo que traducido al cambio de horario sería más temprano que los otros días...
El primer intento de despertarme fue a las 4 de la mañana del horario anterior; es decir, a las 3 del nuevo horario. ¿Levantarme a esa hora un fin de semana? De ninguna manera. Batallé un poco para dormirme pero, al fin, lo hice.
Dormí hasta las 8 del horario anterior y me desperté porque estaba teniendo sueños que, de prolongarse, sabía que me harían sentir cierto malestar anímico y como no ando para eso, se encendió el mecanismo de emergencia y listo: wake up, wake up...
Fue despertarme y verificar horarios y eso: me desperté a las 7 del horario nuevo, acomodé los horarios de los celulares, vi que el día oscilaba entre nubes y sol, escuché que sigue el maldito vientecillo que es la causa principal de mi gripa, me di cuenta de que no había agua embotellada en casa e ingenuamente salí, con gripa y todo, a buscar en las tiendas de la manzana en la que vivo. Nada, que mi ingenua mente se equivocó y no había ninguna tienda abierta... y el Súper Compras lo abren hasta las 9 (del horario nuevo, que conste).
Llegué a casa, me preparé un delicioso y aromático café caracolillo y me puse a revisar páginas de internet, de fotografía, sobre todo, mientras me pongo a tomar notas para dos trabajos que tengo pendientes: los comentarios a la segunda sección de Compañeros de viaje y un trabajo de literatura comparada acerca de dos cuentos de Elena Garro y de Ulalume González de León. Espero que la cuerda me dure lo suficiente como para dejar listos los puntos en que se dividirá el primero y para avanzar en cualquiera de los tres puntos de que se divide el segundo.
Lo único que me choca de esto de la gripa es que no voy a poder ir hoy al DF... y con lo que me gusta andar por allá, sobre todo los fines de semana... (aunque siempre podría pasar que, al final, me decidiera a ir pero... "¿y si me explotan los implantes?")

martes, octubre 23, 2007

Fragmentos de algunas conversaciones magnetofónicas entre á+ y NT, en febrero de 2007

Preguntar por qué se escribe lleva su fondo de perrería, definitivamente. O sale uno con una respuesta que da para desarrollar un ensayo o un tratado, o dice uno cualquier cosa, con tal de salir al paso. Supongo que, en mi caso, va para el segundo sitio. Más que tratar de contestar por qué, creo que más bien sería ver cuándo... y la necesidad de escribir, para mí, se presenta cuando la realidad resulta insuficiente... literalmente. Sea que le falte algo a la realidad, o que le sobre, pero escribir tiene que ver con eso. Y escribo, en primer término, para mí mismo y ya luego, para dos o tres de mis amistades. No se olvide que una de mis pasiones es estar escribiendo mails, cartas o las entradas del güeblog... luego de mí mismo, pienso en ciertos interlocutores y casi siempre, mientras escribo, imagino la cara que pondría alguien o en lo que ese o esa alguien podría contestar u objetar a lo que hago.
Entre escribir y publicar hay un universo de diferencia. Siempre que se habla de publicar, pienso en aquel fragmento de “Mi novela autobiográfica”, de Le Mans, donde Jone canta aquello de “No me hace ilusión esto de escribir ni de publicar... ser reconocida”. Escribir sí me hace ilusión, pero eso de publicar... casi siempre que publico en algún medio impreso, lo hago por insistencia de alguna persona, o por exigencias académicas. Me explico: varias de mis amistades salen luego con “ah, pasa esto para publicarlo” y como yo por amistad puedo hacer muchas cosas, pues, publico, aunque luego me dé algo ver lo publicado (por eso mismo, casi nunca leo lo que me imprimen en libros o revistas o suplementos). O luego sale lo de que hay que publicar alguna reseña que se presentó para alguna clase o para alguna presentación de libros o que si hay que preparar alguna introducción para algún tema en particular. Sólo así publico, que si no...
Hace años, a principios de los 90, y de mi affaire con la literatura, sí me llegó a interesar publicar y ahí estaba yo, escribiendo cosas para San Luis, para Guadalajara, para Xalapa... después llegó eso de publicar en fanzines españoles... pero luego me aburrí y dejé de escribir crónicas, comentarios, reseñas, entrevistas, traducciones, ensayillos bobos... y entré en un periodo de amuermamiento, del que salí cuando me di cuenta de que no me hacía mucha gracia eso de publicar. Pensé que era mejor pensar más y escribir menos. Y como ahora casi ni pienso...
Lo del güeblog no es precisamente una publicación. Sé que tres o cuatro de mis amistades lo leen con atención y a veces hasta me dicen “metiste la pata en esto” o cosas parecidas, pero no es lo que entiendo por publicar-publicar. De todo lo que escribí en el blurty, rescato algunas cosas, que no ha de ser ni el 10% de lo que redacté. De esto del blog de ahora, habrá por ahí algunas cosas que, supongo, servirán luego para algún articulillo o para alguna clase... sí, para alguna clase.
Recuerdo cuando estaba en Providence, una vez, platicando con el Profr. Bou acerca de cierto tipo de poesía como la de Gloria Fuertes o parte de la obra de Gabriel Celaya, le comenté que se relacionaba, y mucho, con propuestas como las de Vainica Doble, Mocedades, Family, Le Mans. Cuando me pidió algunos argumentos, se los presenté y me dijo luego que eso daba para algún curso, que lo pensara bien. Pero ya dije que ahora casi ni pienso.
Creo que si ahora escribiera algo pensando en publicar, lo haría en el estilo de Roland Barthes (¡tengo que volver a leerlo!) o de Susan Sontag (una verdadera diva de lo suyo, ya lo sabes); Francoise Sagan es otra cuyo estilo, en el campo de la ficción, me gusta. Otra idea es escribir imitando varios estilos y sobre temas disímiles. No sé... un ensayo al estilo Borges, para enfocarse en el tema de la importancia de las telenovelas en México. Otro al estilo de Eliot para hablar de Le Mans. O uno a lo Susan Sontag acerca de Family... o uno a lo Gil de Biedma para las Fangoria. Eso sí que sería muy divertido y tal vez lo haga algún día. Para las amistades, claro.
No, la escritura de versos es otra cosa y dudo que alguna vez llegue siquiera a intentarlo otra vez. Creo que me resulta menos difícil escribir prosa. Hay por ahí un cuentecillo que tal vez suba luego al güeblog, en partes... pero no me gusta hablar de estos temas. Dejémoslo así: escribo cuando/ porque la realidad me resulta insuficiente. C’est tout...

sábado, octubre 20, 2007

Juana Meléndez (1914-2007)

Con la muerte de Juana Meléndez el día de ayer, casi se cierra un capítulo tanto en la historia literaria de Ese Lugar, como en mi vida personal. Si lo primero me tiene un tanto sin cuidado debido a que la relación amor-odio que tengo con Ese Lugar tiene tiempo detenida en el segundo de ellos, lo que atañe a mi relación amistosa y de magisterio con la maestra Juana, como la llamábamos algunos de su ex-alumnos, me ha puesto a pensar varias cosas...
Hubo una época en la que solamente me juntaba con personas mucho mayores que yo: a la amistad que puede llegar a surgir dentro de un salón de clase se le aunó la amistad nacida de las afinidades electivas, terminada, venir a ver, con la muerte de dichas amistades: Librado Basilio (¿?-1994), Ana María Julián (1908-1994), Joaquín Antonio Peñalosa (1922-1999), Rafael Montejano (1918-2000) y Juana Meléndez (1914-2007). Queda todavía una de esas amistades, de aquí que “casi” se cierre un capítulo.
A Juana Meléndez la conocí por allá de 1988, cuando todavía coordinaba el Taller de Literatura de la UASLP y cuando todavía ostentaba el carácter tan duro que tantos y tantos problemas le había de causar, académica y personalmente. La relación amistosa entre los dos surgió paulatinamente y, como suele suceder, terminó involucrando a mi familia: con el tiempo, mi padre se convirtió en asiduo lector de sus poemas y encontraba agradable comprar libros de ella para regalarle a sus amistades; de vez en cuando la maestra le enviaba regalos a mi madre y Vannia y ella se hacían bromas un tanto pesadas... Incluso, en alguna ocasión, la maestra jaló de los cabellos a mi sobrino José Octavio, luego de que él le había enseñado la lengua...
Como suele suceder en prácticamente todas las relaciones amistosas, en la nuestra hubo vaivenes, originados por la terquedad de ambos. De 2002 a la fecha hubo varios y pese a la innegable estima existente entre nosotros, ninguno de los dos hizo nada por comunicarse luego de cierta tarde veraniega de 2003. No obstante, ambos nos ingeniábamos para saber uno del otro (la ventaja de contar con amistades mutuas, no cabe duda).
Pese a haber participado en la edición de varios de sus libros (Tratando de encender palabras, Algo de mí te llevas, Alacena de cuentos, Chosen Pages y su Obra poética), no había punto de acuerdo: ella siempre supo que su propuesta poética jamás terminó de convencerme y yo, a la fecha, sigo tratando de explicarme por qué hay poemas que, a pesar de todo, funcionan y se quedan grabados luego de una o dos lecturas.
Justo ayer por la tarde, en el DF, acompañado de mi amiga Yudis, reflexionaba acerca del significado de la amistad, de sus derechos y obligaciones. Por segunda vez en el día salió por ahí el nombre de Juana Meléndez, asociado con los límites de la amistad. En la mañana, platicando con Sergio y con Gonzalo Lizardo, le contaba al último aquella inútil discusión con la maestra, a propósito de los avatares del alejandrino español.
Hacía años que la maestra Juana estaba muy cansada; así lo decía y así se le sentía. De vez en vez bromeaba con ella y le decía que tomara vitaminas, por si acaso corría la misma suerte que su madre, quien falleció hace poco tiempo, como a los 112 años de edad. Recuerdo cuando una tarde que fui a su casa me dijo: “Fíjate que estoy muy triste, porque murió mi mamá, en Monterrey”. Al preguntarle si no iría y tal y cual, su respuesta fue muy suya y creo que la retrata de cuerpo entero y en tercera dimensión: “¿Para qué?”
La muerte de su padre sí que la afectó... tanto que años después aún la entristecía y la llevaba a decir que sentía remordimientos por la forma en que falleció. Tiene dos poemas al respecto: “Mi padre” y “Dicen que murió a las doce”. Estos dos, con sus defectos estilísticos y su enorme carga afectiva, pertenecen a esa serie de textos suyos que, de verdad, me intrigan...
Ahora, además de sus poemas, quedan por ahí, y para mí, algunos recuerdos de tardes y noches de amistosas conversaciones y lecturas de textos, acompañadas de café, licor de anís, whiskey y humo de cigarros.
Sí, sólo el humo permanece...

jueves, octubre 18, 2007

bustos de Á y A conversando en paisaje metasísmico

--Me sorprende que un fin de semana entero se vaya en puro perder el tiempo…
--Hay algo más grave aún: que un día laborable termine con la sensación de no haber hecho nada, luego de estar ocupado todo el día.

viernes, octubre 12, 2007

(in)justicia mexicana

El 16 de septiembre de 2007, dentro de los festejos por la conmemoración del inicio de la Independencia de México, los hijos de Felipe Calderón Hinojosa (aka, el Presidente), lo acompañaron en el balcón de Palacio Mayor, para ver el desfile militar.
Para tan solemne ocasión, los niños varones fueron con sendos trajecitos militares, muy monos, que los hacían parecer altos jerarcas militares en pequeño; tanto que llevaban insignias militares reales. La hijita de Calderón iba con unas trencitas que la hacían verse linda; las trencitas llevaban los colores del lábaro patrio.
Tanto las insignias como los colores tienen derecho reservado de uso; las primeras, para los militares; los segundos, para actos oficiales. Lo mismo aplica para la bandera. Quien haga uso indebido de éstos, debería ser sancionado legalmente. Pero en aquella ocasión, casi nadie dijo nada al respecto.
En días pasados, se soltó la escandalera porque Paulina Rubio salió en alguna revista, cubierta solamente por el lábaro patrio... y se habla de sanciones económicas equivalentes a 2,800 euros, o bien, a ser arrestada durante 36 horas. Cuando de hacer escándalo se trata, se hace por cualquier cosa.
No recuerdo cuándo fue que la misma Paulina fue severamente criticada por haber asistido a la entrega de algunos premios musicales, ataviada con un vestido lindo que, al dar la espalda la Chica Dorada, dejó su región glútea al descubierto.
No entiendo, de verdad. Si sale desnuda, porque se desnuda; si sale cubierta, porque sale cubierta. Cierto que la Bandera Nacional es símbolo del país y que la mayoría de los símbolos se respetan, aunque sea por convencionalismo social. Y tan símbolo es la bandera como sus colores como las insignias militares.
¿Por qué en un caso se guarda un silencio casi sepulcral y en el otro se hace una alharaca de muy Padre y Señor Mío que, la verdad, aburre? Es curioso que este bochinche se haga justo cuando se cuestiona muy severamente al Gobierno Federal por su “lentitud” para investigar si existe o no enriquecimiento ilícito por parte del so called presidente del cambio (de vestuario, quiero suponer), Vicente Fox. También, es curioso que eso se presente cuando la escalada de precios por el reciente aumento al costo de la gasolina empieza a surtir efecto en los bolsillos de los consumidores.
Por supuesto, que muchas personas estamos en contra de la sanción a Paulina, quizás no por las mismas razones, pero de que estamos en contra, lo estamos. Hay varios sitios de internet donde se puede votar a favor o en contra de dicha sanción. Entre los que he podido visitar, la votación en contra de la sanción es, en promedio, de un 75%. Así como hace años existió el site Free Winona [Ryder], sería bueno hacer uno para Pau Pau, ¿no?

jueves, septiembre 27, 2007

qué vida...


Esta semana, y cuando el tiempo y el estado anímico así lo permiten, he estado escuchando, casi hasta el hartazgo, un e.p. de La Buena Vida: Harmónica, publicado en 2002, por siesta records.
Se trata de un grupo al que conozco desde hace ya como 12 años y del que siempre quise tener más música, deseo que quedó trunco hasta principios de agosto de este año, cuando mi amiga konny me hizo llegar el material que de ellos había podido conseguir santi rex.
Casi al azar, metí en el nokia tres álbumes, siendo uno de ellos Harmónica, integrado por siete canciones: “San Francisco” (una instrumental excelente), “¿Qué puedo hacer, Señor?” (“Y de nada sirve que me digas / que tú siempre a mi lado irías / si sola voy mejor”, dice en alguna parte de la canción), “Blues por Charlie” –Parker, quiero suponer... y fuera de Cortázar, no lo he visto referenciado en ningún otro texto ‘contemporáneo’--, (de ésta, me gusta mucho la parte que dice: “La nota triste está y debe estar por siempre / y aunque la gente diga que no, amor, / será que mienten y ya no sienten siquiera amor, dolor ni nada”. La ambigüedad de la primera oración está bastante bien lograda), “Mirando atrás” (Aquí, varias de mis amistades podrían encontrar agradable la siguiente declaración: “Parece que hay que ser feliz a toda costa porque sí / y que es tan fácil como ir a pasear”), “Se parece tanto a ti” (que recuerda mucho a lo que hacía La Buena Vida a principios de los 90, aunque la siento un tanto fuera de lugar en este disco, la verdad), “La promesa” (que es la que menos he escuchado del e.p., así que mejor no digo nada) y “Qué vida” (con mucho, una de las mejores canciones del pop hispánico que haya oído jamás, la verdad).
“Qué vida” es una de esas canciones donde nada sobra y todo está tan bien equilibrado que se pone chinita la piel nada más de escucharla. Temáticamente la podría relacionar con “A cada paso” (cantada por Luz Casal, sip, pero compuesta por ella y una de las Vainica Doble, así que la familia espiritual sigue creciendo) y en seguida se verá por qué: “Me importa, no estuvo bien, / debí pensar primero. / No es la última ni será la primera vez / que vuelva a tropezar”. Ahora sí, como diría Gil de Biedma: “pero también, la vida nos sujeta porque, precisamente, no es como la esperábamos” (y debo señalar que cito de memoria).
¿En qué consiste el tropiezo? Nunca se dice, pero se enumera una serie de posibles causalidades: “La vida es tan compleja bien solo o en pareja / pero todo podría ir bien; / el piso, el compromiso, el guiso de la abuela [una serie de rimas con fuertes remanentes berlanguianos que da gusto escuchar] / me quiso, no me quiso, no sé ni si me importa [ahora sí, como diría alguien por ahí: ‘toma, perro, en el hocico’] / será mi arteria aorta que ya no me soporta más”, línea, esta última que, si bien es cierto que no dice nada nuevo, tiene la gracia de dirigir la atención no al corazón, sino a la arteria aorta; esto es, a la madre de todas las arterias (con excepción de las pulmonares, claro está) y que, entre alguna de sus características, destaca por ser sumamente elástica y si ya no aguanta, sin duda será porque la vida es verdaderamente difícil, por no decir imposible.
No sé, de verdad, cuántas veces he escuchado esta canción durante la semana, pero han sido muchas, tanto que hace un rato las estuve contando con los dedos de las manos, que se acabaron pronto, y me seguí con los de los pies, que también se acabaron pronto. Luego me puse a contar con pastillitas de dulce, pero me las acabé antes de poder llegar a la vez n...
No era consciente de esta fijación mía hacia una canción que me gusta, hasta que hace tiempo, un amigo a quien llamo Mauricio en Sólo el humo permanece, me preguntó que si todavía seguía escuchando una misma canción durante toda una tarde... y es que, pobre de él y de otras amistades, una vez, en el DF, les tocó soportar durante varias horas, la escucha de “Me odio cuando miento”... y a otras les ha tocado “Como un flan” y así por el estilo.
Ay... qué vida. (ah, y la canción sigue...)

viernes, septiembre 21, 2007

"¡¡¡traes un derrame en el ojo!!!


ésa fue la frase con la que ayer me saludó medio mundo en el lugar donde trabajo; luego de decirles que el rojo me sienta bien, en mi interior no hice más que felicitarlos por su aguda capacidad de observación. cuando mi jefa me preguntó acerca de la posible causa, mi respuesta se redujo a una sola palabra: "estrés" y es que no la puedo atribuir a ninguna cosa más...
a ritmo de las pet shop boys: "what have i done to deserve this?"

miércoles, septiembre 19, 2007

ya hace un año...

Bajo el anochecer inmenso,
Bajo la lluvia desatada, iba
Como un ángel que arrojan
De aquel edén nativo.

Luis Cernuda


La mañana del martes 19 de septiembre de 2006 parecía tranquila. Fuera de una discusión, vía email, con Agustín, acerca de la letra de “Deja la lujuria un mes”, de San Carlos Berlanga, el reloj corrió sin mayores incidentes, que no fueran estar oyendo varias veces el Vía satélite alrededor de Carlos Berlanga.
Luego de salir del trabajo, pasé un rato al centro de este ejido conurbado del DF en el cual estoy desde hace poco más de un año. Pensaba en qué ocupar el domingo en caso de que mi amigo Arturo decidiera venir (en caso de que yo hubiera ido al DF, habríamos terminado en Havre, como ya lo teníamos planeado).
Arturo andaba de vacaciones en Cuautla y tenía planeado volver al DF el miércoles al mediodía. Sin embargo, la noche del martes 19 de septiembre de 2006, cuando cruzaba la calle para llegar a su hotel, un auto lo atropelló y, para su fortuna, R2 (como le decía de tiempo atrás a Arturo) falleció en el acto. Un accidente tan estúpido en una persona tan ordenada es algo que “te marca para toda la muerte” (Agustín dixit y, rara avis, esta vez estoy de acuerdo con él).
Hoy hace ya un año de ese accidente y, la verdad, sigo echando de menos a uno de los amigos más especiales que me haya regalado la vida, porque, hasta eso, tengo muchas y buenas amistades. Cada una de ellas, singularmente únicas.
Sin embargo, como le comenté a Paco cuando le comuniqué la muerte de Arturo: sin él, el mundo, mi mundo, es un poquito más aburrido...

Adiós, adiós, adiós.
Volveremos a vernos.
Adiós, adiós, adiós.
¿Qué tal por la eternidad?

Fangoria

lunes, septiembre 17, 2007

a través del espejo... y lo que el intronauta encontró allí

Hoy, en el sitio en el que trabajo, convocaron a una reunión de planeación... hasta el jueves, dicha reunión no estaba planeada. Por eso mismo, hoy no hubo café soluble ni caja con galletitas para los asistentes. Citada para las 11 de la mañana, la reunión comenzó media hora después, con la asistencia de menos de la mitad de los convocados; ni siquiera los directivos estaban (“Voy al banco y en cuanto regreso me integro a la reunión”, me dijo alguien de ellos). Definitivamente, y como dijo alguna vez un personaje de Almodóvar: “La realidad es tan dura que deberían prohibirla”.
Imaginemos un lugar al que asisten Homero Simpson y Barney (de Los Simpson), la Reina Blanca y el Sombrero Loco (de Alicia), el Gigante y el Hombre que vino de otro lugar (de Twin Peaks), Chus Lampreave en cualquier personaje de los que ha hecho para Almodóvar y muchos seres de esa misma familia... Eso fue la reunión. Importante reunión, toda vez que se nos pide, para el próximo viernes, entregar una evaluación de algo que, en lo que a los asuntos que a mí corresponden, ni siquiera ha comenzado a operar. Al comentar eso con la junta de planeación, me dijeron que evaluara “eso”. Mi respuesta, como suele ser en estos casos, fue un “Duh???” que no fue contestado.
Desde hace un año, al menos, la historia funciona igual: recuerdo las reuniones en las que se hacía proyectos acerca de tal o cual situación, se proponían diversas estrategias operativas e, incluso, se nombraba a ciertos responsables. Media hora después de terminada la reunión, se nos decía que nos olvidáramos de todo eso, que no procedía.
Hoy pudo haber pasado algo parecido, pero nadie lo comentó... o casi nadie: mi compañera a la izquierda me hizo un comentario revelador: “Es que todo esto, así como está, va destinado al fracaso”. Mientras, mi compañera a la derecha, me preguntaba: “Sin afán de ofender... ¿tú entiendes lo que dice X? Habla muy raro: ¿Qué es eso del ‘meta-análisis’? Tampoco entiendo lo del subproducto...”. Mi respuesta fue que ella la llevaba de gane, porque en lo que a mí concernía, la verdad, no entendía nada... ni siquiera mi presencia ahí.
Y es que todo eso se convirtió en una especie de terapia grupal, en la que cada quien sacó a desfile sus fantasmas personales: que si soy muy incisivo, que si no me hacen caso de nada de lo que digo, que si no entiendo ese tipo de trabajos, que si no es que no quiera trabajar pero eso es demasiado, que si me tienen que dar tiempo extra y descargarme de clase y de labores administrativas para hacerlo, que si no había café soluble ni caja con galletitas, que si no soy yo y son los demás, que no es cierto que no se haga investigación en ese lugar, que si las compañeras psicólogas ya habían señalado que hay que reformular el plan de estudios y eso es investigación (al menos en ese lugar), que si la cafetería volverá a funcionar en este semestre, que si yo no sé y que lo resuelva Vargas, que si patatín y que si patatán.
La reunión, planeada para una hora de duración, terminó a las tres de la tarde. Todos salimos con la consigna de evaluar “eso”, sin que se nos haya indicado qué factores tomar en cuenta y, lo más grave de todo, sin haber bebido café soluble ni haber comido galletitas de esas que tienen guardadas desde hace tanto tiempo que cuando uno las prueba, pese a estar guardadas en paquetes sellados, tienen un sabor a humedad y a abandono tan penetrante que permean la realidad circundante.
Quizás el problema surja de las galletitas y del café soluble que, digan lo que digan, no es café sino un sucedáneo (del café mismo y de la realidad circundante) que, venir a ver, sirve porque no sirve; si sirviera, no serviría...

domingo, septiembre 02, 2007

Susan Sontag, Eliot, Carlos Berlanga y Bibi Piluskis

La relectura de “Notas sobre lo camp”, de Susan Sontag, me ha dejado, para variar, pensando... pensando no tanto en el ensayo sino en su autora: creo que la característica de SS que más me atrae es su honestidad intelectual; además de que, con motivo de ese escrito, se centra, con una claridad abrumadora, en algunos pensamientos que han andado revoloteando en mi interior desde hace varios días, y con respecto a esas "Notas", es de agradecer su ética.
Lo primero, y por dar un ejemplo, queda expresado desde el inicio mismo de su escrito: “Muchas cosas en el mundo carecen de nombre; y hay muchas cosas que, aun cuando posean nombre, nunca han sido descritas”. Para que se entienda a lo que me refiero con esto, remito a la entrada del jueves 26 de julio de 2007, “El orgasmo de Bree Van De Camp”. Claridad, brevedad y sencillez es lo que se advierte, de entrada, en esta idea de SS. Podría relacionarlo, por ejemplo, con el poema inicial del Old Possum’s Book of Practical Cats, “The Naming of Cats”; en él, Eliot menciona los tres nombres con que cuenta un gato: el nombre familiar, el nombre particular del gato “that never belong to more than one cat” y, venir a ver, el nombre que solamente el gato conoce (1). La relación entre el postulado eliotiano y el pensamiento de SS resulta tan evidente que decir algo más al respecto sería enredarlo. La concisión lograda por la autora de estas notas pertenece a ese tipo de ideas que en algunas ocasiones me hacen decir: “eso es exactamente lo que pienso, pero expresado de la manera correcta”.
Sabedora del quimérico terreno en que se había metido al tratar de hablar sobre lo camp, menciona dos limitantes clave: “hablar sobre lo camp es traicionarlo” y, varias líneas más adelante comenta que le “ha parecido que las notas serían la forma más apropiada de atrapar algo de esta sensibilidad particularmente huidiza” y, en seguida, elabora 58 notas en las que expone lo camp. Y quiero subrayar el verbo exponer; no explica, no define: expone. En las dos citas entresacadas de esas notas se advierte la honestidad intelectual de la que hablaba al principio de este escrito: algunas otras personas habrían optado por escribir cualquier cosa al respecto, aunque fuera sandeces, o bien, pudieron haber optado por callar, como lo había hecho medio mundo hasta antes de SS... y es que lo camp no es algo que ella invente o descubra, sino algo de lo cual decide esbozar algunos rasgos.
Luego de leer sus notas, descubro que tan camp son algunos de los textos de Lorca, por ejemplo, como ciertos pasajes de poemas de San Juan de la Cruz, o bien, la producción en bloque (canciones, textos literarios, pintura, cómics y él mismo en sí) de Carlos Berlanga. Por favor, y como lo señala SS, no confundir lo camp con lo gay: cierto que toda una serie de manifestaciones artísticas y vivenciales de la comunidad gay entran en lo camp, lo que no quiere decir que todo lo gay lo sea. Ejemplo de una sensibilidad camp que no tiene nada que ver con el mundillo gay es la narrativa de Francoise Sagan, junto con sus entrevistas y, valga decirlo, con su modo de vida. Sin embargo, tampoco se debe perder de vista aquello de “hablar sobre lo camp es traicionarlo”... y no puedo evitar que venga a mi mente “Traición”, una de las canciones más representativas de Carlos Berlanga... y de lo camp: “Tú y tu vanidad a lo Sagan... y yo como uno más. Falsa, pero qué falsa. Qué buena actriz: todo me lo creí...”.
“Notas sobre lo camp”, como algunos otros de los textos que integran Contra la interpretación, gozan de un status de textos clásicos de la cultura contemporánea. Como sucede con la producción de Roland Barthes (y remito a él a propósito de SS), advierto en los ensayos de SS una mirada tan crítica como poco convencional que toma como base una honestidad que es cada vez más rara de hallar.

(1) Eliot, se sabe, era fan de los gatos. A mí me gustan los perros y es de sobra conocida la adoración que tengo hacia Bibi Piluskis. Aquí están sus dos primeros nombres; estoy seguro de que el tercero se lo llevará, con todo y sus largas orejas, a la tumba.

miércoles, agosto 22, 2007

convalecencia

El reposo involuntario a que obliga casi cualquier tipo de enfermedad, o su convalecencia, puede llegar a resultar, si no satisfactorio, sí un tanto fructífero.
Mi desmedida afición por la comida tuvo alcances graves la noche del lunes y la madrugada del martes; tomó un camino tranquilo la mayor parte de ese día y en la noche de ése y madrugada del miércoles, una recaída, un poco fuerte... tanto que hoy me pasé la mayor parte del día tirado en la cama, revisando algo que pretende ser una tesis (no es la mía, que conste), releyendo algunos poemas de San Juan de la Cruz, escuchando partes de un disco formato mp3 con la discografía completa de Luz Casal y viendo dos capítulos más (17 y 18, para ser exacto) de la segunda temporada de Twin Peaks.
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San Juan de la Cruz es uno de los poetas que más frecuento. Para algunos estudiosos representa uno de los extremos del barroco español, debido esto a lo breve de su obra (breve comparada con Góngora, Quevedo, Sor Juana...). Valga decir que algunos de mis poemas favoritos son las “Canciones entre el alma y el esposo”, las “Canciones del alma que goza de haber llegado al alto estado de la perfección, que es la unión con Dios, por el camino de la negación espiritual del mismo autor” (me gustaría que vieran este título aquellos que critican los “largos” títulos de algunas canciones de los Pet Shop Boys o de las Fangoria), y las “Coplas del mismo, hechas sobre un éstasi de harta contemplación”. Su lectura siempre me resulta muy divertida, sobre todo si juego a aislar frases de distintos poemas. Ejemplos: “Entréme donde no supe” y me imagino la gran variedad de significados y matices que podría tener dependiendo del enunciante y su contexto. Igual que estas otras: “Allí me mostrarías / Aquello que mi alma pretendía” o “Allí me dio su pecho / allí me enseñó sciencia muy sabrosa”...
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En mi mitología personal, Luz Casal se remonta a las épocas de discos de vinilo y a mis tardes de ocio en el centro histérico de Ese Lugar. Un disco suyo resulta ser mi favorito entre los cuatro o cinco que de ella soporto (no es, valga decirlo, una de mis intérpretes favoritas): Quiéreme aunque te duela y en ese disco veo una de las vertientes del pop hispánico con las que más me identifico.
Lo que une en más de un sentido a las Vainica Doble, San Carlos Berlanga, Le Mans y, entre otros y en ciertos momentos, a Luz Casal, es esa inquieta mirada agridulce con la cual la voz narradora de esas canciones contempla el mundo y sus circunstancias. Es, también, la abulia que lleva a los protagonistas de sus canciones a dirigir los dardos del tedio y del cinismo contra ellos mismos.
En algunos de los discos de Luz, aparecen por ahí los nombres de las Vainica Doble, sin decir, claro, que se trata de Vainica Doble, sino como co-compositoras de temas con Luz. Curiosamente, son algunos de los temas que más me gustan de Luz, porque la identidad de las Vainica me fue develada por San Carlos Berlanga con Indicios, en 1994 (porque, ¿será necesario recordarlo?, él hace su propia versión de “La funcionaria” (tema original de las Vainica) y ellas le hacen los coros)... Todo esto, junto, ya me había convertido en fan de suyo, sin conocerlas directamente. A ver si esto motiva la curiosidad de Jona (no quedó claro si te gustó o no lo de Belle & Sebastian... las Vainica tienen página en myspace)
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Twin Peaks. Estaba pensando si no sería posible pensar que los 90, al menos en cuanto a televisión se refiere, comenzaron con esta serie y con Los Simpson. Recuerdo que, en su momento, la serie fue suspendida en la televisión mexicana, por lo mórbido de su argumento, un tanto retorcido, donde los haya.
El viernes, vagando en la sección de discos de Gandhi, con Agustín, vi la segunda temporada y me dije “Venga a nos tu Reino...” y he estado viendo algunos capítulos, sacando frases de aquí y de allá, porque valga decir que es una serie perra, llena de frases de ese estilo que tanto me gusta. Hasta ahora, y de esta segunda temporada (llevo vistos del capítulo 8 al 18), mis favoritos son el 8, el 14 y el 16.
David Duchovny (sí, el de X Files), luce fenomenal en su papel de Denise. Sí, Denise...

Denise Bryson: understand we're both staying at the Great Northern. How's the food up there?
Dale Cooper: Denise, you're in for a real surprise.
Sheriff Truman: [para él mismo, pero en voz alta] So are they.

sábado, agosto 18, 2007

suerte, azar, casualidades... siempre estáis en mis oraciones

"Harry, I'm gonna let you in on a little secret. Every day, once a day, give yourself a present. Don't plan it, don't wait for it, just… let it happen." Dale Cooper en Twin Peaks

Hace algunos años, y cuando todavía vivía en Ese Lugar fui, en compañía de mi maestro y amigo AC, a visitar a otro señor al que, hasta un momento de mi vida, consideré también como un maestro y como un amigo (aunque el magisterio no se puede dar por terminado, no pasó lo mismo con la amistad).
Al final de esa visita, el otro señor le dio un regalo, con cajita y todo, a AC quien, nada más salir de ahí, quiso ver qué le había regalado... una billetera. AC me dijo que cuando llega un detalle así en forma inesperada, es porque, sin duda alguna, la vida nos quiere decir algo. Él, en esa ocasión, interpretó su regalo como un aviso de cuidar sus finanzas: “no he sido muy administrado en lo económico en los últimos tiempos”, fue lo que dijo. “Jungiano estás”, fue lo que le contesté y los dos reímos y empezamos a hablar de Jung y similares.
Para mí fue interesante la enseñanza de esa tarde.
Hace algunas semanas, vagando por el DF, en la Zona Rosa, específicamente, luego de estar sentado un rato en un bar, uno de los empleados del sitio, comenzó a repartir unos llaveros en todas las mesas. Llaveros raros, valga decir, porque eran una combinación de silbato, linterna y brújula. Por las circunstancias de esos días, pensé que era una especie de herramienta con la que podría llamarle a alguien, iluminar mi claroscuro y tierno pensamiento e incluso orientarlo... y de inmediato puse mis llaves ahí.
Días después, en circunstancias un tanto distintas, y ante el deterioro del llaverito, pensé en deshacerme de él; sin embargo, pensé que así como había llegado significando algo, se iría de la misma manera... y justo esta semana, el martes, salimos a comer y, cosa rara, estuve jugando un rato con la lamparita del llavero y todavía al bajarme del auto lo puse en la bolsa de mi pantalón...
Al llegar al cubículo quise jalarlo y... ¡NADA! Le dije a mi acompañante: “Oh, oh: creo que ya perdí las llaves... No... Aquí están, pero el llavero se fue... Qué raro, si todavía estuve jugando con él antes de bajar del auto”.
No quiero decir que ya no necesite llamarle a alguien, iluminar mi claroscuro y tierno pensamiento e incluso orientarlo, no. Más bien, creo que es un indicio (más) de que se está cerrando un ciclo, mientras otro nuevo se está abriendo. Así lo señala lo del llavero, lo de mis últimos sueños y las mudanzas de diversa índole.
Habrá que recordar todo esto el año que viene.

martes, julio 31, 2007

yo, ignacio


Tomad, Señor:
recibid toda mi libertad, mi memoria,
mi entendimiento y mi voluntad,
todo mi haber y mi poseer.
Vos me lo distéis; a Vos, Señor, lo torno:
todo es Vuestro.
Disponed de todo a Vuestra Voluntad.
Dadme Vuestro Amor y Gracia,
que esto me basta.

lunes, julio 30, 2007

susan sontag, I

aunque ya había dicho que iba a subir una entrada con el fragmento de "algo" de susan sontag, resulta que eso no será posible, por lo menos no hoy, porque al hacer mi maleta (mañana regreso al ejido conurbado del df), contra la interpretación quedó en la sección ii de dicho equipaje y, por eso mismo, no puedo acceder al libro... en otra ocasión será.
susan sontag es una de las amigas literarias que le debo a alejandro higashi. cuando éramos más jóvenes, por 1991, intercambiábamos mucho material bibliográfico... y al decir "mucho", me quedo corto. lo más raro de eso, es que leíamos todo, lo discutíamos, nos servía de apoyo en nuestras respectivas clases y ayudaba en hacernos de una imagen muy pesada para el resto de la comunidad de humanidades. lo que menos nos dijeron fue elitistas, y eso por leer en otros idiomas (él, en francés; yo, en inglés).
total, un día de tantos, llegó con "mira, me encontré un libro muy interesante de una mujer que se llama susan sontag. creo que algunos temas te van a interesar. te traigo ahora las copias del ensayo 'contra la interpretación'. lo comentamos luego". por supuesto que no recuerdo qué comentamos, pero si la memoria no me traiciona, nos tuvo bastante entretenidos durante algunas semanas y ya luego leímos el libro completo.
algunos ensayos los compartí con otras amistades y con una de ellas, ana maría julián (una mujer hiper especial en mi vida y a quien le debo, en gran parte, el concepto que manejo de amistad y quien, de vivir ahora, contaría 99 años), estuve discutiendo tardes enteras los textos referentes a albert camus, cuya producción tenía en ana maría a la mejor lectora que haya encontrado hasta hoy: "es evidente que no lo entendió del todo, mi querido amigo, porque...".
la verdad, me gustaría tener la edición de seix barral de ese libro... pero resulta inconseguible. la que tengo, es la de alfaguara, que consiguió, para mí, otro buen amigo, rodolfo, hace algunos meses.
total, gran parte de la estima que le tengo a susan sontag se debe a que constituye un punto de convergencia para varias de las amistades de que me he rodeado en distintas etapas de mi vida. nada más (y nada menos).

domingo, julio 29, 2007

fe de erratas con respecto a la entrada "jueves y viernes" (13 de julio de 2007)

dos lectores de este güeblog reconvinieron, en días pasados y por distintos medios, mi falta de rigor ante dos puntos de la entrada de ese día:
1. la amiga de Lu no se llama Teresa, sino Lety, así que donde se lee "su amiga Teresa", debe ser cambiado por "su amiga Lety".
2. luego de una interesante discusión acerca del concepto de poesía y etc, acepto que debo modificar lo que escribí referente a "coincidimos en que las canciones de le mans casi son poemas musicalizados", que debe quedar como sigue: "coincidimos en que algunas canciones de le mans casi son poemas musicalizados".
ya se sabe que no soy muy proclive a las generalizaciones y que de ninguna manera diría que todas las canciones de le mans son poemas y ni siquiera diría que todas están "bien escritas", sin embargo, para que no quede duda en ese aspecto es que hago esta aclaración.
como ahora tengo sueño, ya mañana pondré una entrada con algo acerca de susan sontag...
p.s.: gracias a mis lectores por ser tan minuciosos

jueves, julio 26, 2007

el orgasmo de bree van de kamp

hace algunos años, al tratar de explicar la fascinación que ejerce sobre mí la obra de lewis carroll, tomé en préstamo un verso de e.e. cummings que medianamente traducido al español queda más o menos como “cómo medir la primavera?”... y es que hay cosas que no se pueden traducir a las palabras.
hace algunas semanas, un amigo al que tengo en alta estima, me pidió le explicara por qué me interesaba (“tanto”, según dijo) su persona. evidentemente, era una situación inesperada y si bien es cierto que tengo muy claro por qué ciertas personas jamás serían mis amistades, no sé bien a bien por qué mis amistades lo son. al tratar de explicarme, la respuesta de mi amigo fue algo como “cualquiera diría que son los devaneos de un idiota”; y quizás tenga razón, pero no hay que olvidar que toda acción genera una reacción y mi respuesta corresponde a esta última categoría...
ayer en la tarde, un amigo de ésos que le debo a la docencia y a la literatura, me envió un sms, preguntándome cuáles son los puntos que más me interesan de la poesía de vicente aleixandre y, aunque mi respuesta cupo en tres apartados, la considero insuficiente y susceptible a ser severamente cuestionada.
ayer mismo, por la noche, al mirar uno de los capítulos de desperate housewives, me tocó ver ése en el que bree van de kamp (el ama de casa perfecta, a decir de algunas amistades mías) experimenta, venir a ver, con dos hijos adolescentes y varias parejas sexuales, experimenta, decía, un orgasmo... por primera vez en su vida. para mí fue muy gracioso ver cómo se devanaba los sesos tratando de explicar, con palabras, eso que había sentido minutos atrás.
y traigo todo esto a colación, ya que últimamente he visto que las personas que me rodean se encuentran bastante polarizadas en cuanto a definir y precisar términos. para una gran mayoría, todo es perfectamente etiquetable bajo el adjetivo “chido”. desde esta perspectiva, carroll, cummings, el amigo que calificó mis balbuceos como los devaneos de un idiota o el otro que me preguntó acerca de aleixandre, desperate housewives, fangoria, single, carlos berlanga y bibi piluskis, todo eso cabe bajo la etiqueta “chido”. salvo las modificaciones de concordancia de género y número, este adjetivo sirve para contestar cualquier pregunta.
al otro lado del ring se encuentra una pequeña mayoría, ésa que busca reducir todo a definiciones, parámetros, modelos y medidas... que no siempre resultan ser adecuadas ni, oh, gravedad, necesarias para lo que dicta la sana y amistosa convivencia entre cierto número de personas.
hm... ahora que llego a este punto, se me olvida a qué conclusión quería llegar... y como tampoco se trata de tirar a la basura algo que empecé a escribir con mucha soltura e interés, lo subo al güeblog, esperando que cualquier rato de estos recuerde cuál era mi objetivo.

miércoles, julio 25, 2007

charly garcía y "parte de religión"

todavía no termina lo de los libros; si en un principio pensé que era labor de cinco días, a lo mucho, el día de hoy me di cuenta de que estaba totalmente equivocado. una equivocación más, una más, ¿qué importa? en mi caso, nada, porque no es una Equivocación. así de sencillo.
hoy encontré unos folders con trabajos escolares, periodísticos y de fanzines... de principios de los 90. la gran mayoría de ellos provocaron, cada uno, por separado, un Oh-My-God! Baste decir que uno de ellos llevaba por título "Del suplemento a la fuente (de Trevi y no por Gloria)", en el que comento el ensayo de Derrida acerca del Ensayo sobre el origen de las lenguas, de Rousseau. otro fue "Son las cero horas cero minutos", acerca de Un día cualquiera en Vulcano S.E.P. 2.0, de Fangoria, y un tercer ejemplo queda para "Carta blanca para un gran rudo", unas notas acerca de Santo, El enmascarado de plata. los dos últimos fueron publicados en un periódico y en un fanzine español, respectivamente...
también encontré por ahí algunos de los recaditos que mi amiga jes y yo nos mandábamos cuando estábamos aburridos en alguna clase del doctorado. sobresale por ahí la hoja en que nos quejábamos de la continua intromisión de una compañera a quien incluso eso de los recaditos le molestaba...
á: hay que comprenderla, jes. ¿no sabes que la pobre está enferma?
j: ¡no lo sabía! [y hay que anotar la cara de espanto de jes]
á: sí, tiene una enfermedad terminal...
j: ¡no es posible! [y hay que anotar los ojos vidriosos de jes]
á: sí... tiene cáncer
j: ¡NO! [y hay que anotar la cara desencajada de jes]
á: sí... tiene cáncer virginal...
y hay que anotar el gran esfuerzo que le costó a jes no soltar la carcajada en ese momento. mi amiga tuvo que salir ipso facto del salón de clase, al que volvió luego de unos minutos. en voz baja me dijo: "¡eres un desgraciado!"
otro hallazgo fue el disco parte de religión, de charly garcía...
no sé por qué no hablo tan seguido de este disco, siendo, como es, uno de los discos esenciales en mi formación musical. la verdad, no recuerdo ni cómo llegó a mis manos ni cómo escapó de ellas, pero sí recuerdo que lo compré el año pasado, en formato cd, justo cuando fui a despedir de méxico a mi amiga jes.
parte de religión es uno de los discos que escucharía en cualquier momento y de principio a fin y no me atrevería a decir cuál de los temas ahí incluidos es mejor que otro.
y conste, que no se malinterprete: no soy fan de charly garcía, pero lo que es parte de religión me parece el non plus ultra en su discografía.
no todos los temas fueron digeridos en su momento. recuerdo que fue hasta los 90, justamente, que entendí por dónde iba aquello de "la ruta del tentempié", lo que no pasó, por ejemplo, con "adela en el carrousel", tema que retrata de una manera tan sencilla como adecuada el poderío de la mujer en las relaciones heterosexuales... "no voy en tren" es otro rollo, ya que se trata de uno de los temas más populares de charly garcía.
en fin, como que me dio gusto encontrar ese disco y haberlo escuchado... y todavía no termina lo de los libros...

domingo, julio 22, 2007

libros, revistas, cómics, cd's, kct's...

-¡Fíjate la de cosas que hay en este armario!
-¡Mira! ¡Esto no lo tiren! ¡A lo mejor quiere conservarlo!
-¿Y esto? ¿No es increíble? ¿Para qué guardará esto...?
Snoopy: No sé si están limpiando mi casa o psicoanalizándome...
Estamos a tu lado, Carlitos, Nueva Imagen, México, 1980.
Eso de la limpieza y cambio de mobiliario de un sitio a otro de la casa tiene su parte de psicoanálisis. Con esto de los libros, además de darme cuenta de lo que falta, de lo que sobra y similares, me encontré con muchas revistas y cómics y esto me hizo reflexionar acerca de lo efímero de las primeras. Cierto que Snoopy, Calvin & Hobbes, Lágrimas, Risas y Amor, Spin, Alternative Press, Mondo 2000, Vuelta, Dragon Ball, Ranma ½, Primera Línea y similares pueden servir para trazar algún mapa de mi interés por la actualidad (en diversas etapas de mi vida, claro), pero la gran mayoría de ellas son, en esencia, un montón de hojas impresas que lo único que hacen es ocupar espacio.

Se me hace y se me afigura
Que tu amor es palo seco:
Ni se seca ni enverdece,
Nomás ocupando espacio.

Creo que en otro momento voy a hacer un examen de conciencia acerca de algunas de esas revistas. Supongo que el resultado será que un 90% terminará en la basura. Parece mentira, pero de lo que difícilmente me desharía es de los cómics.
Y eso es nada más con el material impreso. Otro rollo es lo que se refiere a la música contenida ya sea en cd’s o en kct’s. Aunque poco a poco me he ido liberando de parte de ese material (el otro día, por ejemplo, Sergio me comentaba de aquella vez que le pasé toda la discografía de Morrisey), aún queda mucho por revisar. Y es que no es fácil deshacerse de ese material. Salvo aquél del que no tengo gratos recuerdos es el que queda fuera. Creo que este tema merece capítulo aparte y tal vez haga un inventario del material que no me interesa conservar, por si a alguien le llama la atención alguno de esos títulos.

sueño azul

fue un sueño no azul, sino multicolor. por desgracia, su trama imposibilita siquiera intentar su traslado a este espacio. sin embargo, me pregunto si el simple contacto con las propuestas junguianas me va a poner siempre así.
en fin, en lo que termino de digerir la parte más importante (y la que menos recuerdo del sueño), me voy a dedicar a ocupaciones propias de mi edad y mi sexo.
ya casi están todos los libros en su nuevo lugar, que es el antiguo.
bien lo cantó jone gabarain en "mi novela autobiográfica": "y la novedad tampoco es novedad".
nada, que mejor me voy a la cama: naked light shining over my bed. been lying here too long, como cantan los B-52's

jueves, julio 19, 2007

Entre cambiar libros y cambiar de hábitos...

En 1995 se nos ocurrió la idea de colocar mis libros en la parte superior trasera (my so called perrerita) de la casa de mis padres y hasta el día de ayer, ahí habían estado. En aquel entonces, eran tres estantes metálicos. Ahora son ocho. No. No sé cuántos libros sean. Tampoco es algo que me interese mucho. Lo primero que pensé fue qué tanto de la información en ellos contenida ha sido digerida por mí. Y conste que no hablo de memorización, que eso es otra cosa.
Total, esos ocho estantes deberán ocupar ahora la parte media inferior de la casa. Y entre desempolvar los libros y los estantes, se va un buen rato. Luego, entre desocuparlos y bajarlos hay un punto fundamental: lo que muchos de esos libros representan para mí. Muchos han sido regalos de amigos y profesores y muchos otros son tesoros particulares, por equis o ye circunstancias. Algunos de esos libros, me hablan de amigos ya fallecidos: que si Librado Basilio, que si Ana María Julián, que si Carmen Marín, que si Rafael Montejano, que si Peñalosa... Eso hace que la carga sea doblemente pesada... o triplemente, o etc.
Es desde esta perspectiva que estuve pensando que, a estas alturas de mi vida, tal vez fuera menos complicado cambiar de hábitos que cambiar los libros de sitio.
En eso estaba cuando me puse como soundtrack The Cosmic Thing, de los B-52's, disco que, en su momento, fue muy exitoso y que me gustó mucho, porque era lo más reciente de ellos que escuchaba y que compré por ese entonces, como regalo para mi hermano Travis, quien creció escuchando, entre muchos otros grupos, a éste. Me parece un grupo gracioso y de este disco, me gusta mucho su video del tema "Roam". Que lo disfruten.

miércoles, julio 18, 2007

A propósito de "El cementerio de mis sueños", "Rey del glam" y Fangoria...

Es de sobra conocido el gusto, quizás el interés, de Alaska y Nacho Canut de hacer versiones de temas clásicos, ajenos y propios. Desde la época de Dinarama, ahí andaban ya con el “Rumore”, de Rafaella Carrá o con “Bote de Colón. Versión tecno-chochi”. Interesantes los dos ejemplos.
En la etapa Fangoria de su trabajo han realizado diversos ejercicios, tales como “Sueño número siete”, “De viaje”, “Me quedaré soltera” o “Inteferencias”, por citar sólo algunos ejemplos, en los que la novedad fue acompañarse de distintos grupos (Intronautas, Astrud, Le Mans o Heroica, respectivamente).
Antes de su revival musical, estas colaboraciones formaban parte de un cd de regalo que anualmente mandaban a los socios del Club Fan Fatal (no tanto un club de Fangoria como una asociación de personas con intereses más o menos en común). La mayor parte de las veces, los socios esperábamos, colmillos al aire, la llegada del envío con el cd.
Cierto que, como ya lo he comentado, buena parte de lo que me atrae de Alaska y de Nacho es su gusto por los riesgos artísticos y en esos trabajos se nota muy claro a lo que me refiero. Escuchar a Le Mans haciendo mancuerna con Fangoria en un tema que originalmente fue una balada transformado en algo totalmente electrónico... O eso de modificar un tema punk y arreglarlo muy al estilo Enya y aceptar que la versión superaba al original, no es algo que suceda muy frecuentemente.
Sin embargo, no todo es miel sobre hojuelas. Ya en alguna ocasión, y a propósito de las múltiples versiones de “Sálvame” con las que atormentaron los oídos de sus seguidores, le comenté a Nacho Canut que, a decir verdad, tanta versión de ese tema llegaba a resultar fastidiosa... y mal lograda.
Ahora, con el revival que se dio a la carrera de Fangoria con sus dos últimos álbumes, a partir de El extraño viaje, volvieron a lo que ya habían trabajado en Los Pegamoides: sacar un sencillo del disco y acompañarlo con alguna canción no incluida en el álbum. Y si la versión que hacen con Dove de “Sorry I’m a Lady” (original de Baccara), hecha para acompañar “Ni contigo ni sin ti”, resulta graciosa, por desgracia no se puede decir lo mismo de la versión de uno de los temas clásicos de Dinarama, “Rey del glam”, como cara B de “El cementerio de mis sueños”, grabada con Mago de Öz.
Cierto que, como comenté hace años con un amigo, “Fangoria tiene un público muy fiel del que luego abusan”. Cierto, también, que nadie nos obliga ya no a comprar, sino a escuchar los temas que no sean de nuestro agrado, pero también es cierto que tanto el video de “El cementerio de mis sueños” como la versión de “Rey del glam” ponen en evidencia el desgaste creativo por parte de Fangoria y el equipo que detrás de ellos se encuentra.
Por una parte, ni Fangoria ni Dinarama se han distinguido por hacer videos con un mínimo de calidad y aunque las producciones visuales para temas como “Descongélate” o “En mi prisión” fueron novedosas en su momento (y estamos hablando de 1989 y 1990, que conste), luego de 17 años eso termina por hastiar y por hacer externar una pregunta que uso sólo en casos de emergencia: “¿Y...?”. Porque el video de esta canción no aporta nada nuevo e incluso los clichés fangorianos seleccionados no son de lo más representativo, o rescatable, de un grupo que parece estar agotándose (literalmente y en todos los sentidos).
Por otra parte, es conocido de sobra el colmillo comercial de Alaska y que haya recurrido a la colaboración de Mago de Öz no hace sino recordar esto... pero fuera del sonido muy característico de este grupo con el que abre “Rey del glam”, lo demás sigue siendo exactamente lo mismo que se propuso en la primera versión de este tema, allá por 1983.
Me gustaría pensar que se trata de un tropezón o de un fallido intento de seguir la moda, al estilo de Miguel Bosé y su disco de duetos. Ojalá fuera eso y no lo que mi neurosis insiste en considerar como el quizás inevitable cansancio crónico de un grupo al que, por cariño, sigo observando con cierto interés.

martes, julio 17, 2007

Dos temas, dos: de los no comentarios a mis comentarios y de una entrada en el blog de Agustín

Para bien o para mal, en la época del blurty dejé abierta la opción para dejar mensajes en las entradas que luego subía. Y aunque luego había cosas muy divertidas e incluso ilustrativas, también hubo episodios de gente ajena al círculo amistoso a quienes estaba dirigido lo del güeblog aquel que, escudándose en el supuesto anonimato que brinda internet hicieron de las suyas. Decididamente, no fueron momentos muy agradables que digamos, y lo digo por el estado anímico en que me encontraba en aquel tiempo.
Curiosamente, en días pasados, algunas amistades han comentado, voz a voz o mail a mail, la “peculiaridad” de que, ahora, no existe esa opción en las notas del intronauta. Como ya lo dije, o lo escribí, no existirá esa opción ni ahora ni nunca, en el tiempo en que este güeblog siga siendo actualizado.
Habitualmente, siempre que escribo algo tengo en mente a alguien y al momento de teclear, pienso en la cara que pondrá x o y o z y, en algunas ocasiones, algunas amistades han externado sus comentarios: que si cierta cuestión sintáctica (o incluso ortográfica) o, incluso, el envío de archivos con musiquita, fotos o links a diversos sitios. Y eso resulta mucho más gratificante que arriesgarse a que aparezca el pelo en la sopa, la verdad.
Así que no habrá opción de dejar comentarios. Lo siento.

Cambiando de tema, quiero mandar a los lectores de esto a que lean un texto escrito por Agustín y del que, por cierto, él y yo coincidimos en que se trata de algo bien escrito, pese a que los caminos para llegar a esta opinión no son los mismos (lo cual, por otra parte y en tratándose de Agustín y de álvaro+, no es nada raro). Una vez que estén en su site (accesible, ya se sabe, luego de hacer clic en el nombre suyo de Agustín), vean la entrada “Ravel”, compositor que, sin duda alguna, es uno de los que más atraen a mi amigo.
Alguna vez, hace meses, mientras vagábamos él y yo en Gandhi, me mandó un sms para decirme que fuera a la sección de discos y ahí fui yo. Me hizo algunas preguntas acerca de Ravel y ya luego, muy luego, me entregó los Complete works for solo piano. Días después, cuando me pidió mi opinión, la pregunta me tomó por sorpresa y pensando en articular alguna respuesta sensata, solamente lo vi a los ojos y eso, porque se interpuso entre mi claroscuro y tierno pensamiento y un punto indefinido del espacio. La verdad, no pude articular algo más que un “hmmm”, que fue lo único que salió luego de un prolongado silencio. Mi mano derecha se movió varias veces de izquierda a derecha, luego sonreí y dije que no podía decir nada...
Nada que no fueran las gracias por haber compartido conmigo algo tan singular como parte de la obra de uno de sus compositores favoritos.

lunes, julio 16, 2007

ya de vacaciones

hacía tiempo que no anhelaba tanto estar de vacaciones, la verdad. creo que ni en los momentos más duros en el colmex... y ya es decir.
lo bueno es que desde el sábado ando en ésas y ahora estoy en mi fortaleza de la soledad y ya tengo varias cosas por contar, como el siempre emotivo re-encuentro con mis padres, vannia y con bibi piluskis... y la llegada de dos nuevos miembros a la familia, amén de otras actividades.
sin embargo, como ha sucedido de unas tres semanas para acá, estoy cansado y escribiré al respecto en cualquier rato de éstos...

viernes, julio 13, 2007

jueves y viernes

mañana de jueves en un colmex semidesierto, aunque con gente conversadora: Gris y Jose, Froy y Raquel (ella con “qué gusto verte por aquí. vamos a buscar a nuestro sujeto de bromas y burlas para divertirnos un rato”. me encanta que luego me junten para estas cosas... pero el sujeto no andaba por ahí). renovación de credencial, con la que sigo siendo alumno egresado por medio año más.
viaje a casa de mi amistad “avec moi” (en adelante, am), con quien me voy a comer y de shopping a perisur. compras mínimas, pero sustanciosas: una camiseta azul, con la palabra “play” con estrellitas de colores y un pantalón diesel, que me asustó por dos cosas: su precio y su estrechez. por lo mismo, decidí comprarlo. discusión con am debido a que me ganó con una camiseta negra que yo quería comprar. recordando que hay un Dios, dejo que am se compre la camiseta; confianza plena en la justicia divina. búsqueda, infructosa, del disco de los bunkers y cualquier cosa de royksopp. conversación vespertina y cafetera con am; luego se nos unieron Lu y su amiga Teresa. pláticas acerca de tesis y más tesis y más tesis, además del difícil arte de las dedicatorias.
compra de una botella de whiskey e ingesta de dos cervezas, en compañía de am. junto con Lu, vemos la telenovela nocturna de tv azteca. comienza la ingesta de whiskey. am descubre que las camisetas que se compró le quedan pequeñas. agradecimiento mío hacia la divinidad. Lu se marcha y am y yo nos quedamos bebiendo y escuchando música, mucha música, y comentamos letras, melodías y arreglos. coincidimos en que las canciones de le mans casi son poemas musicalizados. conversaciones acerca de proyectos de escritura y de asuntos sentimentales. aprovecho y hago un resumen de mi vida en ese aspecto durante los últimos tres años. A la 1.01 de la mañana, sms de a, que descubro hasta las 2.20:
-te has desaparecido
-de la red. estoy en df. que vengas, dice
-dice quién. ya en cama
-dice. y eso? tan temprano?
-tedio
-being boring? so young? hm hm
esto funciona como una especie de intermedio, porque la conversación se vuelve más profunda. seguimos con los intercambios de experiencias sentimentales, amistosas, académicas y profesionales. la situación se complica cuando am y yo tocamos el tema de la muerte, de la muerte propia y la ajena. la palabra muerte funciona como especie de clave secreta que abre las compuertas del llanto. lágrimas de whiskey. recriminaciones (muy válidas, valga aclarar), de parte de am, quien me hace sentir algo parecido al remordimiento por haber abierto la boca.
luego de la catarsis que eso significa, seguimos hablando de música y de algunos poetas. de pronto nos damos cuenta que ya son las 5 de la mañana. me da miedo, porque sé que dormiré unas cuantas horas, tres, cuando mucho. decidimos tirarnos en la alfombra, dejar la música puesta e intentar dormir. “anda, ya acuéstate, total, no va a pasar nada”. me despierto a las 8.30 y me voy a molestar a am. seguimos platicando y ya luego, prepara el desayuno. A las 10.10, sms de a
-y total, quién decía que fuera?
-te invitaría a las adivinanzas pero, con tu neura... am. y qué bueno que no viniste: terminó todo lacrimogenamente
-en serio? y eso? de todas maneras no puedo manejar todavía
-bueno, hay taxis. comenté que, llegado el momento, me iré del mundo por voluntad propia y... huy. fue como abrir la compuerta del llanto
-ah yo pensé que había salido emotivamente del clóset. dile que no se apure, que es una etapa, que todos los treintones dicen lo mismo
-jajaja. nada de clósets. lo digo desde antes. ya contaré en el güeblog
más conversaciones y reprimendas por parte de am hacia mí y mis tonterías de unas horas antes. decisión, acertada, de ir a comer a la condesa, un sitio que pertenece a otro mundo, definitivamente: aunque está en el df, no es de ahí. traslado al ejido en el que vivo. tarde un tanto infructosa: no me puedo comunicar a mi trabajo. no puedo pagar lo de internet. liquido mi adeudo en c&a. compro el disco de los bunkers y la rock de lux de febrero. tengo sueño

miércoles, julio 11, 2007

Los cuentos de Lilus Kikus

La primera vez que leí algo de Elena Poniatowska fue en la época de bachillerato, cuando era un lector tan primerizo como falto de tacto para seleccionar mi material de lectura. De aquella época datan “fracasos” como un primer acercamiento a la narrativa de Borges o a esos tabicones de Marcel Proust. Claro que también hubo maravillas del tipo Virginia Woolf o Julio Cortázar (por citar a dos a quienes me acerqué vía el influjo de Ulalume González de León).
Y hubo obras que me dejaron sin frío ni calor, como fue el caso de De noche vienes, de Poniatowska. Eso, sus continuas apariciones en entrevistas televisivas y de medios impresos, junto con el “boom” de la literatura escrita por mujeres, me hicieron verla con recelo... un recelo que habría de permanecer hasta el año 2000, cuando en mi curso de literatura mexicana ii, del colmex, salió por ahí que íbamos a leer Lilus Kikus y La flor de Lis.
Debo confesar que Lilus Kikus me dejó gratamente impresionado (La flor de Lis la leí años después y me dejó con cara de asombro). Pertenece a ese familia de relatos de la infancia en la que van también varios de los cuentos de Elena Garro en La semana de colores o esa otra ignorada maravilla que es El hombre de los hongos, de Sergio Galindo, o algunos de los relatos de Ulalume, contenidos en A cada rato lunes (pero en la edición de Joaquín Mortiz de 1970, vale aclarar)... y creo que incluso aquello de Las batallas en el desierto, de José Emilio Pacheco, por mencionar algunos nombres, sólo algunos... Resulta bastante significativo que este tipo de textos se halle como muy al margen de los intereses lectores tanto de quienes leen por el gusto de hacerlo como de quienes dicen dedicarse a los estudios literarios con tintes académicos...
¿Y qué tiene que ver una cosa con otra? Nada, que el domingo fui al DF y junto con Sergio Aguillón, nos fuimos a ver libros y en una librería de viejo me encontré con la segunda edición de Lilus Kikus, publicada por la Editorial de la Universidad Veracruzana, en 1967, justo cuando Sergio Galindo era su director. Luego, en otra librería, también de viejo, vi por ahí la única edición, en Joaquín Mortiz, de El hombre de los hongos... y aunque ya tengo dos (la edición privada y la de Mortiz), el libro estaba en tan buen estado, que dije “venga a nos Tu Reino” y me lo compré.
En las solapas de Los cuentos de Lilus Kikus (porque hay que aclarar que así se llama en la edición de la UV) aparecen 73 títulos de la Colección Ficción de la UV. Y eso me hizo pensar en lo relegado que se tiene el papel de Sergio Galindo al frente de dicha Editorial... Sólo para afilar colmillos, doy una lista breve de algunos de los autores que publicaron ahí: Sergio Galindo, Elena Garro, Luisa Josefina Hernández, Emilio Carballido, Jaime Sabines, Gabriel García Márquez, Juan Vicente Melo, Juan de la Cabada, Juan García Ponce, Luis Cernuda, Sergio Pitol, Salvador Novo y Elena Poniatowska. Definitivamente, que el entonces director de la Editorial tuvo una visión casi mágica. Dudo que alguna colección haya juntado tantos nombres tan tan, en el comienzo literario de varios de ellos... y quienes me conocen, saben que en esta lista hay varios de mis quereres literarios.
Pero, en fin. Sólo quería comentar mi felicidad, casi similar a la que tan bien describe Katherine Mansfield en el legendario “Bliss”, por estos dos hallazgos literarios. Ya luego, bien luego, escribiré más acerca de estos temas, porque dan para mucho: son algo así como el hilo de María Moco, que cosió un vestido y le sobró un poco...

martes, junio 26, 2007

De "Sólo el humo permanece"

Aquella fue una tarde linda, incluso agradable: clima fresco de fin de invierno que permitía andar con suéter; el cielo (siempre el cielo), casi cubierto de nubes y éstas, generosas dejaban caer la cantidad exacta de gotas para hacer que la tierra exhalara ese aroma tan de suyo cuando se humedece.
Las nubes cubrían los cerros que rodean la ciudad y los goterones alguna vez se iluminaban por el sol. Algo pasaba en el ambiente que invitaba a la alegría: una madre jugaba con su hijo mientras esperaban el autobús; una pareja lamía sus conos de helado, al tiempo que hablaba con sus miradas, un chico de aspecto hippiesco con la mirada aún somnolienta de quien recién descubre el mundo, exhalando un vapor tornasolado, sumergido en los acordes de su walkman… incluso los conductores de los autobuses parecieron ser amables por un viernes.
La gente sonreía y caminaba, sin saber a ciencia cierta la causa de su sonrisa y sin voltear la vista hacia arriba ni a los lados; de haberlo hecho habrían visto las nubes y el sol que por ellas se colaba. Y tú, en el bus, perdiéndote del agradable vientecillo, de los escasos e intensos goterones, con los audífonos puestos escuchando las mismas dos canciones, intermitentemente… Decidiste bajarte y llegar a casa caminando.
Oler una vez más la tierra húmeda, la fragancia de unos eucaliptos encontrados al cruzar una avenida, la de unos pinos en los que nunca antes te habías fijado. Ver arriba y ver a un lado y ver a otro... las nubes se ponían más grises y ya se estaba haciendo noche.
Sentir ganas de correr sin tener prisa y así, corriendo, llegar a casa y tirarse en la cama y escuchar otra vez y otra vez y otra vez las mismas dos canciones y decir que sí, que tienen mucha razón con lo que cuentan.
Seguir escuchando música, bajar por un shiraz y decir que te lleva la chingada, que tienes que conformarte con un merlot. Seguir leyendo y encontrar que los ojos de un gato negro son dos uvas llenas de sol y recordar de pronto su mirada y relacionarla sin-saber-por-qué con el sol de esas uvas y esos ojos... Sentirte embriagado de poesía. Decidir que no, que habrías de pasar el resto de la noche en un estado de relajación y de alegría absolutas.
Lograr que nada, nada, empañara ese cristal, al menos esta vez, fue un verdadero logro, casi, casi un milagro, que habría sido tal, de no vivir en los albores del siglo XXI. Dejar en la botella verde cantidad suficiente para otro vaso de merlot, por el simple placer de dejarlo y por compartirlo en sueños con el sol. Irse a la cama, cubrirse con cobijas y decir que sí, que qué tarde tan linda la de ese día.

lunes, junio 25, 2007

"hermoso como el río / y rumoroso como él" (JGB)


No me des a elegir, que prefiero soñar
No me basta este mundo real

Single, “Costilla de Adán”

En la foto está uno de los perros que vive por la universidad donde trabajo. Es un perro macho, de los más tranquilos de la zona. En las mañanas de frío, amanece enroscado en un hoyo que hay por ahí. Cuando le doy los buenos días, sólo abre un ojo y ni siquiera se mueve. La mañana en que le tomé la foto, estaba él muy concentrado mirando algo y me recordó al perrito de la RCA Victor, pero en un contexto distinto: lo quise pensar como un perrito librepensador, ubicado en un escenario bucólico, mientras meditaba (él, no yo) acerca de aquella sentencia heraclitana de “nadie se baña dos veces en el mismo río” (tan presente en algunos de los poemas de Gil de Biedma que más me interesan, como el del título de esta entrada). La imagen era tan linda que no podía ser verdad... definitivamente, no podía ser verdad.
Aunque es cierto lo de un escenario con hierba y algunos árboles, vacas, borregos, cabras e incluso montañas verdes a lo lejos, la verdad es la siguiente: se trata de un paisaje sucio, con mucha basura, lleno de tierra, de esa que cuando no llueve se convierte en una especie de talco y en la temporada actual, es un lodazal en el que corre uno el peligro de desnucarse al resbalar. El río no es tal, ya que se trata de un canal de desagüe donde abundan las ratas y ratones con los que ocasionalmente se alimenta el perrito de la fotografía.
Pero la idea inicial no deja de ser linda, ¿no?