Ella es una de mis amigas de Toluca. La verdad, no sé cómo se llama. Alguna vez escuché que uno de mis sex symbols de la UPN, que es donde vive Ella, le dijo “Güila” (algo así como Zorra). Cuando llegué a la UPN de Toluca, Ella andaba embarazada y aquella vez tuvo tres perritos, de los que luego desaparecieron dos y al final, se quedó Ella sola. Fue cuando nos hicimos muy amigos (sin ir a raves, claro). Algunas veces me siento a platicar con Ella, jugamos un rato, platicamos y le doy de comer ya sea un pedazo de pan, una tortilla o cuando tiene ganas, incluso papas fritas de las que vende don Fran en la entrada.
En meses pasados anduvo de casquivana y Toño me dijo, luego de que no la vimos durante varios días: “Con toda seguridad ya está tejiendo chambritas”. Fue cuando recordé que había olvidado preguntar cómo hacer para esterilizarla, porque Ella vive en la UPN, y no es de nadie, no tiene dueño. Por lo mismo, varias personas la señalan, le apuntan con el dedo, susurran a sus espaldas, lo que a Ella le importa un bledo... Pero a mí no, porque vi que empezó a subir de peso...
Ayer lunes, al no verla por la escuela, pensé que igual y ya la había visitado la cigüeña canina (animalizada en las golondrinas que desde ayer tuve oportunidad de ver planear por las calles de Toluca), pero nada. Como tenía otras ocupaciones, me olvidé de buscarla por la escuela. Hoy, martes, a eso de las 12 del día, Aurorita, una de las secretarias, fue a mi cubículo y me dijo: “Profe, vaya a ver a su entenada, que ya parió tres perritos... Qué raro que vino a tenerlos a la entrada de este edificio”. Movido por la curiosidad fui a verla. La pobre estaba con una cara de agonía y lamiendo tres perritos (dos negros y uno cafecito) que gemían de una manera tan tierna que hicieron que se me formara un nudo en la garganta. Ella volteaba y me miraba como con cara de apuro y de “Yo no tengo la culpa”.
Volví a mis labores (Volvía Miss Labores) y a las cuatro de la tarde, Emilio fue a decirme que ya eran SIETE los perritos... ¡Qué locura, qué capricho, el Señor se va a enojar! Siete perritos tiene mi amiga... ¿Serán más mañana en la mañana, cuando vuelva a trabajar? ¿Qué va a ser de ellos? Por cualquier cosa, ya compré croquetas para Ella y me comuniqué con mi tía Griselda para que me pase los datos de la Protectora de Animales en Toluca, porque algo se tendrá que hacer al respecto... Si se puede, mañana tomo una foto de los perritos y de su madre y la subo al güeblog...
P.S.: No es el modo en el que me habría gustado volver a escribir, luego de una semana sin hacerlo. Sin embargo, esta noticia me tiene entretenido, agradablemente entretenido, sobre todo luego de que hoy fui con el dermatólogo, por una cosa rara que traigo en la piel y que, a decir verdad, me trajo de nervios durante mi última visita al DF (era tan fastidiosa que pensé en un cáncer...). Ya estaba pensando muchas cosas, pero, nada, es la alergia al sol que, al estar en tierra alta, se agudiza como no tenía yo idea. Ya mañana, o pasado mañana, no sé, escribo algunas cosas sucedidas durante mi ausencia cibernética y tal. También estaré informando del estado de mi amiga Ella y de sus hijillos, porque es algo que me tiene de nervios...
