La historia con Ella llegó a un punto que, sinceramente, no esperaba. That line was not on the script... Hoy, sábado, luego de salir de mi clase de poesía y poco antes de desayunar, doña Martha me preguntó si ya sabía lo de los perritos. Le dije que no y entonces puso cara de circunstancia: "Ayer vino la perrera y se los llevó a todos". Don Arturo, su marido, con mirada triste dijo: "Hay veces que es mejor quedarse callado". Sólo contesté: "Luego me dice cómo, don Arturo... Eso de los perritos no era el acuerdo, ¿quién dio la orden?" Doña Martha me dijo: "Pues usted ya sabe..."
Y aunque lo sé, habría querido no saberlo, la verdad.
Tal vez tenga razón don Arturo y eso haya sido lo mejor para los perritos.
Más tarde me encontré con Ella que, en su animalidad, se notaba triste. Le di unas croquetas (estaba verdaderamente hambrienta) y para no herir susceptibilidades, evité el tema de sus cachorros. No pude, no quise, o no supe decir más nada...
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