jueves, abril 05, 2007

un largo y lindo fin de semana

Beber café
Viborear por el placer de demostrar habilidad e ingenio
Hacer window shopping
Ir de compras al supermercado
Planear una cena con velas y vino
Bailar en penumbras y hablar con la mirada
Disfrutar del sexo y reconocer que gusta (y mucho)
Ver que la compañía sexual gratuita resiste la noche, la mañana, el mediodía, el atardecer, la noche...
Saber que, al menos por una vez, el tiempo no importa
Viajar por el placer de hacerlo
Ir de tianguis
Recordar que, al menos por otra vez, el tiempo no importa
Ir de shopping
Mirar una película, en compañía y desde la comodidad de la cama
Cocinar porque resulta agradable hacerlo
Dejarse conocer en una ciudad adoptiva
Pedir que todo lo anterior se prolongue lo más posible
Mirar otra película, en compañía y desde la comodidad de la cama
Llorar, reír o conversar por el eco de una escena
Caer en la cuenta que son varios los días sin fumar
Aceptar (?) que todo lo que empieza acaba...

Todo lo anterior forma parte de los placeres de una vida y de vez en vez se tiene con diversas amistades.
Que se tenga aunque sólo sea una vez y en una sola persona es para dar gracias.
¡Qué bonito es casi todo!

Epílogo:
Mirar ese amanecer de abril, con la luna llena y de colores entre blanco y dorado en el poniente, mientras al oriente las nubes cambian de rosa a dorado... Saberse parte de él: “Contigo aquí los días son color dorado...”

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