sábado, marzo 24, 2007

es el jueves, a las 11.00 am...


El cartel es autoría de mi amiga Vanessa...

jueves, marzo 22, 2007

Mis canciones favoritas de Alaska y Dinarama




Éstas son las canciones de Alaska y Dinarama que escucharía en cualquier momento:

1. Carne, huesos y tú
2. Cebras
3. Deseo carnal
4. Ectoplasmatic
5. El fin del mundo
6. Entre las llamas
7. Falsas costumbres
8. Fly Acid Fly
9. Hacia el abismo
10. La pastilla roja *
11. Líneas rectas
12. Lo siento
13. Mentira
14. No es el final
15. No es pecado
16. Sospechas

* Aunque “La pastilla roja” es una versión de Los Vegetales, por toda una serie de situaciones temáticas, e incluso cronológicas, es más bien una canción de Dinarama. Tampoco incluyo la versión orquestada de “El hospital” , que salió en Diez, ya que ésta es una canción que sea como sea interpretada, no creo que pierda su “esencia” (sic).


martes, marzo 20, 2007

De "Sólo el humo permanece"

S/F

Claridad...
Morbo detiene el auto, a mitad del camino, baja a orinar y de pronto pregunta:
-- ¿Me Das Más Agua?
Yo no entiendo esa pregunta, porque no ha habido agua en el camino... Él insiste:
-- ¿Me Das Más Agua? Escucha bien: ¿Me-Das-Más-Agua?
-- ¿Traes? Es lo único que se me ocurre preguntar.
Él no contesta, sólo camina hacia el auto y de un doble fondo de la guantera saca una cajita muy delgada, de madera. Aquello puede ser considerado como una mini farmacia ambulante. Me ofrece un X y él toma otro: “MeDasMásAgua”o “MDMA”... de haber sabido... Seguimos nuestro camino y volvemos a bajar del auto, luego de haber cruzado el túnel.
Llegamos al hotel, lleno de luz gracias a sus grandes ventanales. Inmensidad y luz son los puntos que sobresalen. Afuera, un jardín también brilla en su verdor. El gong de un móvil gigantesco es el único sonido que perturba el silencio del lugar. La intensidad de la luz permite ver que es mediodía. Morbo y yo dejamos las back packs, nos miramos a los ojos con una mezcla de tranquilidad, alegría y sensación de haber trascendido el tiempo.
De pronto, Morbo me mira como nunca antes lo había hecho y, sin previo aviso, acerca sus labios a los míos y nos besamos y nos acariciamos, sólo por comprobar que estamos ahí, que estamos juntos y que la felicidad que experimentamos nos trasciende e ingenuamente nos permite estar fuera del tiempo y de sus preocupaciones.
(La firmeza del cuerpo de Morbo me resulta sumamente agradable).
Salimos a caminar por el pueblo, donde la claridad parece haber sorbido a la mayoría de sus habitantes. Morbo y yo caminamos con tranquilidad, cruzando miradas e interpretando silencios. La sensación de felicidad no desaparece; por lo contrario, parece establecer una relación sinérgica con el entorno y todo es luz, porque todo es nuevo y a la vez antiguo. Definitivamente, el estar juntos nos hace trascender el tiempo y ser tan eternos como efímeros. Ambos lo sabemos y en parte a ello se debe nuestra felicidad.
(La sonrisa en la cara de Morbo me resulta sumamente agradable).
Volvemos a la habitación del hotel, sólo para descubrir que la luz no se ha ido. Volvemos, también, sólo para confirmar que nos deseamos. Según nos estamos besando nuevamente, nos percatamos de la solidez en nuestros cuerpos y de nuestro deseo. No hay palabras y, sin embargo, la comunicación es más intensa, más precisa que nunca. Nos descubrimos nuevos en nuestra antigüedad. Nos descubrimos antiquísimos en nuestra novedad. El cuerpo de Morbo se yergue con la misma intensidad de la luz: es luz. Somos luz. Luz desnuda que brilla sobre él, sobre mí, sobre nosotros. De él hacia mí. De mí hacia él. De nosotros al entorno y del entorno a nosotros. Terminamos en la cama y comenzamos en ella. Todo es nuevo.
(El brillo en la mirada de Morbo me resulta sumamente agradable).
Nos metemos al baño y terminamos en el suelo, aprendiéndonos con el tacto. Somos agua que es luz que es deseo. Blanca luz que estalla y nos dibuja: perfil del aire.

domingo, marzo 18, 2007

una semana "rarita"

La del 11 al 17 de marzo fue una semana “rara”. Tanto que hoy, 18, decidí aislarme del mundo: cero música, cero videos, cero televisión (total, ni cable tenemos en casa), cero teléfono e incluso cero internet (hasta esta hora, en que ya tengo mucho sueño y sólo me metí a subir esta entrada). Me dediqué a bucear en mis diarios de 1990-1994, en búsqueda de material para Sólo el humo permanece (terminé de darle los toques finales a un fragmento que pienso incluir esta semana) y a leer, casi de cabo a rabo (me faltan unas cuantas páginas que pienso terminar antes de irme a la cama, más tarde) Los recuerdos del porvenir (también pienso poner unas notas en el güeblog uno de estos días).
En la semana hubo casi de todo: momentos de solaz y esparcimiento (“descansitos”, en la jerga familiar), conversaciones con algunas amistades que viven en el DF (Sergio y Yudis) y una entrevista tan grave como apremiante con mi asesor de tesis y... AY... Antonio Cajero, más preocupado que yo por mi carrera literario-académica, me enjaretó la presentación de un libro, Fervor crítico por Borges, ¡¡¡para el 29 de marzo!!! Y yo, que rara vez puedo decir que no, ahí estoy leyendo para hacer un comentario que Antonio piensa pasar para que se publique a ver dónde, así que no voy a poder hacer uso de mis triquiñuelas de echar rollo así porque sí... Y Gerardo que me invita a leer algo mío para un marathón de lectura y yo que sí, que sí leo... ¿pero, QUÉ?
Un día, el miércoles, decidí salir a pasear con mi soledad (Miss Soledad) a Gallerías Metepec y... nunca lo hubiera hecho: sólo compras de artículos que, a decir verdad, NO necesitaba. Que si una botellita de Ruffino Riserva Ducale 2002 (Chianti Classico), “para esa ocasión especial que sin duda sucederá durante mi estancia en Toluca”, fue mi justificación... o en el área de perfumería: “Un Lacoste, por favor” y la mujer “Clásico, ¿verdad?” y yo: “Me recomendaron el Red” y ella: “No le va a gustar. Usted es del clásico, el que sí le va a gustar es tal”. Y yo: “bueno, veamos el tal” y sí, sí me gustó... tanto que luego de olfatearlo sólo dije “Fascinante...” (y ya se sabe que eso sólo lo digo en ocasiones especiales). Así que salí de la tienda con DOS fragancias... pero si ni cuando compro poppers compro por dos...
Y el jueves , al cine, a ver The Fountain, que me sacó tres expresiones: “Ah...”, “Je je je” y “Eso es...”... tenía seis meses y medio sin ir al cine... pero como me la recomendó el Hongo Azul, ahí voy a verla... Pero antes, también hice otras compras compulsivas en Perisur. Donde siga comprando así, va a pasar lo que ya he dicho otras veces: tendré que empezar a cobrar por eso que hasta ahora he hecho por placer...
Sin embargo, el punto culminante es el que se refiere a la prolongada agonía del padre de mi padre... Cuando comenté eso con Sergio, me dijo que él no sabía que tuviera abuelo paterno (y aclaro que a Sergio lo conozco desde hace ya como doce años). La existencia de este señor ha sorprendido a algunas amistades mías, que se han quedado un tanto extrañadas cuando les digo que la muerte de don Alejandro, que así se llama, me da igual. Y creo que esta indiferencia merece una explicación: para que se entienda la relación que tuve con don Alejandro, baste como ejemplo que en los últimos 19 años lo vi dos veces (y al decir que lo vi no equivoco el verbo, que conste) y si no recuerdo mal, la última vez que estuvo de visita en la casa de mis padres fue el 19 o el 23 de marzo de 1984 y esa vez fue muy puntual el hombre: “Pues yo vengo a ver a mi hijo”, fueron sus palabras. Que ahora esté ya en las últimas no modifica en nada la opinión que tengo de él, la verdad y, creyente como soy, no me queda sino pedirle a Dios que le perdone sus pecados.
Para mí, el afecto, el aprecio y la valoración por las personas (e incluso entre los animales, y lo digo por Bibi Piluskis, por ejemplo) surge de la convivencia entre ellas, de las simpatías, de las convergencias y etcétera que existan entre ellas. Por lo que haya sido, con don Alejandro no hubo jamás nada de eso, a diferencia de la relación que existió con su madre, mi bisabuela, quien, pese al endemoniado carácter que tenía, lo que fue con mis hermanos y conmigo casi siempre fue bondadosa, al grado que siempre recordaré con afecto, entre otros detalles, las narraciones que nos hacía acerca de leyendas del Cerro de San Pedro, lugar en el que, siempre que volvía, se ponía a llorar al mirar las ruinas de lo que había sido su casa.
Para asentar todo lo que fue esta semana fue que me aislé del mundo... y creo que me hizo bien. Siempre son necesarias las pausas, los cambios en el ritmo de este poema que es la vida. Sí...

p.s.: tómese esta entrada como otro remanente blurtiano... y que no cree precedentes...

viernes, marzo 16, 2007

Escándalo a nivel internacional

- ¿Qué tal de carnaval? Diles que no puedo ir a mi coronación, pero que de todos modos lo hagan.
- Consolé a tu público con la promesa que estarías esta Semana Santa con ellos, para ser la Virgen María. Quedaron muy satisfechos, sobre todo porque el personaje es más adecuado a lo que para ellos representas. ¿Cómo has estado?
- Eres un amor. Gracias. Todo bien. Escribiendo, drogándome, cogiendo y bebiendo mucho... No tanto como Inés, pero, bien, gracias.


(AP, 16 de Marzo de 2007). Lo anterior, es tan sólo un fragmento de una conversación entre Olga Zana y su amiga Cora Liyo, llevada a cabo durante los festejos del Carnaval de este año. Una fuente anónima fue quien realizó el scanner de esta conversación teléfonica vía teléfono celular. Se dice que ni Cristina Saralegui y Oprah Winfrey juntas han podido reunir la cantidad que se pide para entregar la conversación en su totalidad. Por ese mismo fragmento, se ha desatado un huracán de rumores acerca de la célebre Olga Zana, quien se ha negado a proporcionar cualquier información al respecto y sólo ha contestado mostrando su dedo medio a los medios informativos. Otra fuente, que pidió ser conservada en el anonimato, considera que el hecho de que esta información se haya hecho pública, debe ser atribuido a Cora Liyo, “siempre ansiosa de figurar en la prensa del corazón y en los reality shows”.
Fuentes periodísticas fiables, aseguran que este fragmento es el menos escandaloso de esa conversación telefónica entre las dos personalidades. Diversas asociaciones religiosas han expresado su inconformidad e, incluso, altos jerarcas eclesiásticos han declarado que ese acto rebasa los límites de la herejía y han llegado a lamentar que la Santa Inquisición haya sido suspendida.
El escándalo aumentó luego que Olga Zana fue vista saliendo de una tienda de artículos religiosos. Aunque se ha intentado entrevistar a las amistades cercanas a la Zana, muy distintas causas han impedido que dicha intención fructifique, toda vez que, por ejemplo, cuando algunas fuentes informativas lograron acercarse a Inés P. Rada, se toparon con un balbuceo de frases incoherentes por parte de Inés, quien evidentemente se encontraba bajo el influjo de ciertas sustancias que aniquilan en su totalidad la locuacidad y el vitriolo con que esta mujer suele salir de cualquier trance que se le presente. Por si esto fuera poco, la innegable expresión de sexualidad satisfecha, junto con los restos olfativos y gelatinosos de determinados fluidos seminales, alejaron de Inés a los representantes de la prensa.
La pregunta que todo mundo hace se refiere a si Olga Zana será capaz de personificar a la Virgen María en el Viacrucis del Viernes Santo. Trataremos de mantener informados a nuestros lectores.

miércoles, marzo 14, 2007

Fragmentos de algunas conversaciones magnetofónicas entre á+ y NT. 2.- De Alaska y otras rarezas



Lo que me gusta de Alaska es su actitud, básicamente. Luego entraría eso de ciertas experiencias comunes... Se puede hablar hasta de una visión de mundo similar...
La actitud tiene que ver con un hacer lo que te dé la gana, lo que te dicten tu conciencia o tu intuición... aun en contra de tu propia “carrera” (que no profesión). En la literatura pienso en dos ejemplos parecidos: Elena Garro y Julio Cortázar... cabría un tercero: Juan José Arreola. En el caso de Alaska y compañía, opera en varias etapas: la disolución de Kaka de Luxe, de Los Pegamoides o de Dinarama en sus respectivos momentos cumbre. Otro ejemplo es la portada del No es pecado, tan provocativa, que significó una baja en las ventas, con respecto a Deseo Carnal. Y luego del No es pecado, publicar Diez, que poca gente vio como un propósito revisionista ¡cuando nadie de esa promoción cultural lo estaba haciendo! Y, para terminar, el Fan Fatal todo electrónico y por muchos lados. A mi manera de ver, no podría explicarse sin la experimentación esbozada en Diez. En el fondo hay una coherencia de principios existenciales entre un disco y otro, del Canciones Profanas al Fan Fatal... Y todo eso de Fangoria... pero casi nadie ha querido ver esto.....
Las experiencias comunes se refieren, para poner un ejemplo, a la atracción por todo lo que implica la cultura rave, o la cultura popular, también hay que decirlo. Luego del Fan Fatal les perdí la pista a Alaska, San Carlos Berlanga y Nacho. Cuando reencontré, a principios de los 90, y vía mi hermano Vannia, a Alaska y a Nacho, convertidos en Fangoria... ¡Oh, maravilla! Me di cuenta que andábamos en el mismo canal: la exploración de varios de los elementos que constituyen la cultura rave. La experimentación con “drogas” (inteligentes y retrasadas mentales, como decíamos en ese entonces). La pasión por la música electrónica. La expansión de la mente. La lectura de libros similares... Y todo eso sin haber sabido de ellos durante un buen tiempo. Fue algo así como encontrar almas gemelas, porque en el contexto xalapeño o potosino de aquel tiempo, hablar de las smart drugs, de Twin Peaks; de grupos tipo Finitribe, Cabaret Voltaire, Meat Beat Manifesto, Hawkwind, Shamen; de las propuestas de Jonathan Ott (con quien incluso tuve el gusto de conversar durante horas, cuando él vivía con Djaehl), Terence McKenna, Antonio Escohotado. A veces sentía que estaba en una realidad alternativa, como de The Twilight Zone o de texto de Adolfo Bioy Casares. O eso de que se me quedaran viendo raro por presentar un trabajo sobre la propuesta musical de Paquita la del Barrio en mi clase de Sociología de la Literatura... O que el Cine Club de Letras que coordiné en un principio dedicara un ciclo a la producción completa, hasta ese entonces, de Tim Burton... Hallar a Alaska y a Nacho y ver que andábamos por el mismo lado fue como hallar unas almas gemelas.
Lo de una similar visión del mundo queda mejor explicado a partir de ver las letras de algunas de las canciones de Fangoria como una serie de contradicciones. Su gusto, o su destino, por las relaciones obsesivas, el tema del paso del tiempo como algo tan inevitable como devastador y a la misma vez formativo, la actitud sarcástica que comienza con uno mismo... Eso de sufrir un golpe y otro y, como digo, hacer como si nada mientras se fuma un cigarrillo, se bebe una copa y se ve fijamente el horizonte, mientras el interior de uno es un volcán en erupción, un huracán, una tormenta de nieve, una lucha desmedida entre lo que se ha sido y lo que es... Todo eso cobijado por una pose de cómic y una vanidad a lo Sagan... ¡Resulta genial!
Es eso lo que me gusta de Alaska, mucho más que algunas, no todas, de sus canciones...
En la foto: Alaska y Dinarama (San Carlos Berlanga y Nacho Canut), en la época del Fan Fatal.

domingo, marzo 11, 2007

Piramidal, dorada, del afecto nacida forma...

Fue en lo que pensé hoy al mediodía al visitar la zona de criptas del templo de Santa Mónica en el DF y ahí, los restos mortales de mi amigo Arturo.
Una palabra define mi relación con él: amistad.
Una novela describe el inicio de nuestra amistad: De pétalos perennes.
Dos canciones explican nuestra relación: “Tazas de té” y “Más dura será la caída”.
Antonio, Pablo y yo acompañamos a Doña Martha, la madre de Arturo. Luego comimos y bebimos té. “Sí, sí me ofrecieran un trabajo mañana mismo en el DF, al DF me cambiaba. Y lo mismo aplica para Nueva York”, para explicar mi atracción por las dos ciudades.
El regreso a Toluca, una Toluca con huellas de lluvia, hizo que la ciudad pareciera linda por vez primera. Que no haya transporte público luego de las 9 de la noche se convirtió, también por vez primera, en una ventaja. La ciudad era tan linda que incluso caminé buena parte del camino de vuelta a casa, mientras el Nokia me dejaba oír, entre otras, “Zerbina”, “Aquí vivía yo”, “No vino, estaba enferma o de vacaciones” y, como gran final, “Sic transit Gloria Mundi”... Le Mans.
Hoy Arturo habría cumplido 34 años.

martes, marzo 06, 2007

Fragmentos de algunas conversaciones magnetofónicas entre á+ y NT. 1.- Escritura en el ciberespacio

Durante algunos días del mes de febrero se sostuvieron estas conversaciones que, luego de necesarios procesos de edición, se irán incluyendo en este espacio. Enjoy your reading...
A diferencia de los otros dos proyectos electrónicos, para este güeblog no me puse ninguna meta específica ni ninguna fecha de término.
El Diario de Brown fue, como lo dije desde un principio, un mail colectivo, por entregas, del inicio de mi estancia en Providence y ahí se cuenta desde que ando despidiéndome de mis amistades del DF, Xalapa, Puebla y San Luis, o sea, desde julio-agosto de 2002, hasta, creo, el viaje a España y a París, en diciembre de ese año y enero de 2003. No recuerdo bien, la verdad. Como mail colectivo, era un tanto más íntimo y era más bien un ejercicio para redactar directamente en la computadora, que todos mis trabajos del Colmex, todos, los escribía primero a mano y ya luego los pasaba. No me podía acostumbrar a escribir de manera directa en la pc. Ya cuando se logró eso y cuando había un estilo muy definido (que se ve cuando hablo de mi primer viaje a Nueva York), ya estaba aburrido del ejercicio y lo dejé. Lo que sale después, que si dos personas cuya opinión tengo en mucha estima (José Luis M. Suárez y Antonio Cajero) hayan encontrado que El Diario de Brown tiene características literarias, eso ya es otra cosa y fue lo que me animó a imprimir unas copias y entregarlas a algunas amistades. Pero no era ésa la intención inicial.
El otro proyecto electrónico fue el Blurty, mi primer güeblog, que hice para matar el aburrimiento y combatir la depresión, mis dos compañías más habituales, que fue volver a San Luis, luego de cinco años de estar fuera. Tiene mucho de terapia ocupacional y de confesión pública. Ya lo he dicho muchas veces: mi vida es un vodevil. Ese güeblog lo saqué, también, porque en Brown me volví fan del Diario de Nacho Canut y porque Santi Rex tenía su propio güeblog y me dije que yo debía sacar uno que, como el de Nacho, duraría un año y tan tan. Ya luego del año, me dije que era suficiente, e incluso llegué a pensar que ya no haría nada más. El servidor de ese güeblog no era de lo mejor que haya visto, pero luego, por ese tiempo Ismael sacó su diario aquél de frases escuchadas en distintos lados y que lo ilustraba con fotos y tal, casi lo mismo que hace Pollo (desde San Luis), pensé que se le podía sacar provecho y nada más.
Luego se dio el cambio a Toluca y como tengo algo de tiempo libre y no dejan de salir ideas que si de un textillo o de alguna foto, pensé otra vez en un güeblog. De hecho, había otra idea, para desarrollar con Arturo, quien me dijo que él no escribiría nada, pero que me autorizaba a que pusiera lo que me viniera en gana. Incluso, en nuestra última conversación telefónica, algo hablamos de eso y quedamos de concretar un esquema cuando nos viéramos, pero como eso ya nunca pasó, luego de su muerte me puse mal y cuando decidí que era suficiente de estarme sintiendo mal, pensé en lo del güeblog y lo saqué por lo que explico en la primera entrada. Me ha sido muy útil y permite canalizar todo eso que luego me da vueltas en la cabeza, al tiempo que da lugar a otro tipo de actividades (curiosamente, por ejemplo, la tesis avanza más rápida y ordenadamente que en meses anteriores), que son como una bola de nieve y sí, es como más literario, pero también como más periodístico y amplio, porque con eso de que se pueden poner fotos, lo de las fotos me lleva a los dibujos que de vez en cuando garrapateo y que un día de estos subiré para ver qué pasa... y no, no tengo idea de cuándo pueda terminar ni qué más pueda seguir saliendo de todo esto... he estado pensando en solicitar colaboraciones a mis amistades, porque, hasta eso, me junto con gente creativa y diligente...

domingo, marzo 04, 2007

las diez canciones que más me gustan de alaska y los pegamoides



1. Bote de Colón

2. El hospital

3. El plan

4. Horror en el hipermercado

5. La tribu de las chochoni

6. Llegando hasta el final

7. Odio

8. Otra dimensión

9. Rosa y verde

10. Vicky

Nota: las canciones aparecen en orden alfabético, no de preferencias. En la foto, de izq. a der., Alaska, Nacho Canut, Eduardo Benavente, [San] Carlos Berlanga y Ana Curra, aka, Alaska y Los Pegamoides.

viernes, marzo 02, 2007

En primera persona (viaje al DF)



Hoy todo comenzó temprano: terminé de empacar los discos en vinilo de Alaska y compañía para que en abril lleguen a Madrid. Desayuno en La Casa de los Azulejos, con José Luis (quien fue director de mi Facultad cuando estuve ahí), con el que hacía mucho tiempo no hablaba en persona. Su primer comentario fue acerca de mi indumentaria (la que sale en la foto). Tres temas fueron los comentados: el hongo azul, sus características y su efecto en mi persona; la tesis “sus alcances son muy grandes”, “tal vez, pero si tiene que ir en tres tomos, en tres tomos irá” y su discrepancia acerca de mi estado “no estás aburrido, sino haciendo un ajuste de cuentas contigo mismo, cuyos resultados son muy interesantes, según se puede ver”. Correr a la lectura en la Feria del Libro, donde estarían él, las dos ex directoras de la Facultad, la actual directora y el trabajo de Mario Muñoz. En cuanto me vio, Monse dijo “Ay, no” y ya luego de conversar, “¿Por qué Toluca?” y Alejandro Higashi, que andaba por ahí, dijo lo que yo habría contestado: “Entre Toluca y San Luis...”. Nidia: “Siento no haber estado en su taller de Gil de Biedma...” y yo: “Bueno, una Dirección quita mucho tiempo. Lo bueno es que los maestros de la Facultad se solidarizan. Ya ve que hasta Sergio Pitol estuvo en el taller” (Y este comentario lo hice por chinche que soy, que conste). Meche: “Ay, siempre recuerdo su frase aquella de “a la felicidad por la electrónica”; para mí ha cobrado mucha importancia”. Y yo: “No es mía, es de Esa pareja feliz, la primera película de Luis Berlanga”. Y las lecturas... Para esto, me senté al lado de Alejandro (con José Luis, uno de mis mejores amigos de toda la vida y, sin duda alguna, el interlocutor literario generacional más importante de mi época de la Facultad... pese a que estemos distanciados desde mediados del año 2000), con quien estuve viboreando las ponencias. “Debimos habernos sentado más atrás, para criticar a gusto”, me dijo. Yo asentí.
Luego de las lecturas, nos fuimos a comer José Luis, Alejandro y yo. Hacía varios años ya que no lo hacíamos. Fue muy agradable todo el tiempo que pasamos juntos. Sobre todo, me dio mucho gusto ver feliz, porque ésa es la palabra, a Alejandro, quien próximamente se casa y próximamente será padre por vez primera. Como Monse nos invitó a participar en los festejos por los cincuenta años de la Facultad, le comenté en serio y en broma a Alejandro que comenzáramos con algo de LHOOQ, el fanzine de dos números que publicamos él y yo en la Facultad, y luego nos pasáramos a leer algo de lo que hacemos ahora. Él me dijo que con que leyéremos lo de LHOOQ, seguro que nos aplaudían. Y es que ahí, para ver que la gente evoluciona y que no cambia, él publicó algo acerca de las jarchas y yo, unas notas sobre la poesía norteamericana de la primera mitad del siglo XX, que quedaron bonitas porque, en ese entonces, yo casi no sabía nada del tema. En la actualidad, Alejandro ya tiene su prestigio como medievalista y yo... yo hago mi tesis. Otro punto a comentar fue lo del envío de los discos, que causó la extrañeza de Alejandro y también de José Luis. Ya les expliqué que se van porque además de que yo no he de hacerme de un tornamesa, mejor que los tenga alguien que los valore. Como la conversación estaba tomando tintes serios, añadí un comentario: "Y para hacer un ejercicio de humildad", a lo que José Luis contestó: "De ésos que tan bien te salen, ¿verdad?" Y todo fue risas. Luego, cuando Alejandro me preguntó acerca de un concierto de Fangoria, le dije que no sabía nada y que tampoco iría a ver uno, que me quedaba con los discos, pero que nunca más iría a un concierto de Fangoria. Los dos se quedaron con ojos de plato y me preguntaron que entonces qué me gustaba de Alaska... La respuesta, la reservo, porque también hablé de eso en días pasados y creo que cuando se sepa se entenderán muchas cosas.
Después de la sobremesa, nos despedimos y yo acompañé a José Luis a que tomara su autobús de regreso a Xalapa, aunque antes insistió en tomarme una foto, la que ilustra esta entrada, “en el ombligo del mundo”, es decir, en el Zócalo del DF. En el inter platicamos ya de cosas literarias (no sé por qué, pero últimamente el metro del DF ha atestiguado conversaciones mías acerca de Cortázar y sus personajes masculinos). En la estación de autobuses seguimos conversando un rato y ya cuando se fue, pasé a comprar dos ejemplares de El Principito, que no tengo uno en Toluca y el otro, de regalo.
El regreso a Toluca fue agradable, porque me vine oyendo las canciones que carga el Chocolate. Para rematar el día, recibo un mail de mi asesor, con unos comentarios muy agradables y estimulantes. Casi un día perfecto. Casi, porque tengo una fuerte nostalgia azul, de azul hongo, de hongo azul...
Olvidé el nombre del autor del que habló José Luis, pero se trata de uno que merece toda mi atención, porque alguien que escribe un guión para cine titulado Las lágrimas de la mujer cocodrilo, recibirá toda mi admiración y todo mi respeto, de manera conjunta.