miércoles, diciembre 12, 2007

50 años de la Facultad de Letras Españolas de la Universidad Veracruzana. toma IV y última

El resto de la tarde del jueves la invertí en caminar un rato por una Xalapa recién llovida... cuando Borges califica el agua como un elemento “lustral”, definitivamente sabe de lo que habla: después de una lluvia, todo lugar se ve renovado, lindo... incluso Toluca tiene esa efímera transformación.
Me fui caminando de Los Berros al Callejón del Diamante, sitio al que acudí no a ver hippies, sino a comprar café Calli, una prueba más de que Dios existe. Compré cinco kilos: dos para uso personal-familiar y los otros tres, para repartir entre las amistades. Pocas cosas se comparan a beber una o varias tazas de ese café, en compañía de las amistades, mientras se cuentan historias y más historias.
Llegué al hotel y, como estaba aburrido, me puse a ver Communion, una de mis películas porno favoritas de la temporada, en lo que llegaba la hora de verme con José Luis, Ricardo y un su amigo de ellos para ir a cenar pizza y a beber vino tinto. Entre la cena, el chisme, la bebida y los acompañantes, aquella fue una de las ocasiones en que se junta el hambre con las ganas de comer.
Ya luego, me regresé caminando al hotel, solo, por esa avenida tan tan que es Ávila Camacho... en el ipod traía el soundtrack del viaje y de muchos días después: Confessions on a Dance Floor, de Madonna, que oigo como si acabara de salir y del cual me encantan varias canciones: “Sorry”, “Let it Will Be”, “Forbbiden Love”, “Jump” y, la que más, “How High”, que me encanta porque parece que oigo a Madonna y a Kylie (Minogue, claro), cantando juntas en un híbrido de las dos.
Por si las dudas, preparé la maletita, me acosté a dormir y ya en la mañana me paré de la cama, me bañé, desayuné y me fui a CAXA. La mayor parte del camino me la pasé durmiendo y nada más pensar en volver al ejido conurbado del DF me dio mucha, mucha pereza.
Ya lo dijo Emilio (Woodstock, para quienes lo hayan leído en inglés), el pajarito de Snoopy: “De lo bonito, poquito”.

Y ya, que tengo muchas otras cosas de las cuales escribir, pero me falta tiempo y cuando tengo tiempo, ando de un cansado, que no puedo más, no puedo, no puedo...
Mañana me voy al DF al examen de mi amiga Tatis Kikus quien, es la cuarta, de los cinco cuerpos (Jes, Moño, Kiwi y yo), que integraban la “infame turba de nocturnas aves”, que se titula del programa de doctorado del Colmex... no me pregunten quién falta, que me van a salir más canas y, probablemente, alguna arruga más...

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