jueves, febrero 01, 2007

De "Sólo el humo permanece"

Debido a la voluntaria ausencia del encargado de este "güeblog", se transcribe un fragmento más de su work in progress, de UNO de sus work in progress, creo conveniente aclarar. Se trata de uno (más) de los fragmentos YA PUBLICADOS (en el weblog "blurty") de la novela en cuestión. A cambio de esta deferencia por parte de un servidor, las personas lectoras de este journal habrán de esperar (en fechas posteriores) la transcripción de algunas conversaciones magnetofónicas sostenidas recientemente entre the so called INTROnauta y quien esta nota escribe.
And no worries about the introNAUTA... his mind's been expanding (in case there are any).
NT

27 de marzo

Se trata de una visión que tuve anoche, cuando dormía. Hablo de visión para marcar cierta diferencia entre esta experiencia y la de los sueños comunes, que muchas veces no son otra cosa que una manera de clasificar y catalogar y hasta digerir los eventos sucedidos durante la vigilia para que queden archivados en el subconsciente. No hay duda: el cerebro humano es un misterio... y más aún mientras uno duerme. ¿Quién? ¿Quién es el dormido? Si me callo, ¿despierta?
Fue una visión fresca y clara, como el cielo con nubes en casa de los abuelos cuando yo era un niño. Algo así como un arroyo en el campo. Creo recordar ese evento de la vigilia, cuando vi las salamandras por primera y única vez en mi vida en su estado natural, parecían tan dueñas de sí y de su entorno...
En mi visión, la mente parecía, de pronto, estar como revelándose a sí misma. Ahí, me encontraba sorpresivamente en la puerta de una construcción enorme, algo así como una gran cabaña, porque era de madera... Emanaba de esa casa una luz que se reflejaba en la madera, en la radiante madera, como si surgiera de su interior y llegara a ella simultáneamente. En mi estado, tenía la certidumbre de conocer ese lugar, como si allí hubiera estado toda mi vida, pese a que en la realidad nunca lo he visto.
Fue Morbo quien me abrió la puerta. Su rostro era inexpresivo, aunque bastante amigable. Creo que todo lo mostraba con sus ojos. Subí lentamente las escaleras que del jardín conducían a la casa. Varias de mis amistades se encontraban ahí, bebiendo, fumando, conversando... felices, en una palabra. Recorrí la casa con cierta emoción, mezclada con una tranquilidad casi sobrehumana.
Después de que terminé de recorrer todas las habitaciones del primer nivel, noté con alegría que la casa se había conservado intacta, tal y como creía recordarla. Creo que éste fue mi primer retorno, como si se tratara de una reunión con los manantiales más profundos de mi ser.
Con Morbo siempre a mi lado, subí al segundo nivel, iluminado cálidamente por una luz de color oscilante entre amarillo y naranja, con leves tintes verduscos. El segundo nivel sí tenía cambios, porque le habían añadido nuevas habitaciones que, no obstante, parecían fundirse bellamente dentro de la construcción original... La fusión era tan armónica, que nadie habría podido notar diferencia alguna entre los antiguos y los nuevos cuartos. Morbo me mostró lo que yo sabía era mi recámara, mi antigua recámara, pero que ahora tenía un ventanal enorme, a manera de balcón, desde el cual se vislumbraban las luces de X, que parecía flotar entre la niebla.
De pronto, me vi sentado en un sofá, conversando con Morbo, cuya mirada oscilaba entre la inquietud sexual y la tristeza que siempre tiene cuando intenta reprimir sus impulsos. Sin decir palabra, Morbo me besó y su lengua actuaba de manera sorprendente dentro de mi boca.
Abrí los ojos... ya estaba el mundo iluminado y yo, despierto.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Pero mi mamá estaba emabazada...