viernes, junio 22, 2007

Estoy de vuelta (por si la ausencia había sido notada por alguien, claro)

Como en muchas otras situaciones, la culpa de todo la tiene Agustín quien, como El Principito, me hace muchas preguntas, aunque nunca parece entender las mías. Pero es que así es él y así soy yo, es decir, así somos. Luego de que puso su myspace (que por cierto le quedó muy suyo, a decir verdad), me puse a leer, con mucho cuidado, lo de sus gustos musicales y eso me hizo reflexionar sobre los míos... o, más bien dicho, a pensar que, por lo general, siempre hablo de tres o cuatro grupos o cantantes (Le Mans, Fangoria, Single, Carlos Berlanga) y me dejo en la bolsa muchos más y casi nunca hablo de Madonna, The Combustible Edison, Pop Will Eat Itself, Shamen, Family, Vainica Doble, Pet Shop Boys, Lions in Love, The Beatles... y Portishead, entre algunos otros que seguramente se quedan por ahí, en esa misma bolsa.
Fue lo de Portishead lo que me dejó pensando. Recuerdo que los conocí por conducto del difunto Fran y que alguna vez en el DF, en el extinto Tower Records de la Zona Rosa, deambulando por ahí con mi amigo V2 (quien, valga decirlo, es uno de esos amigos cometa), hicimos una apuesta por el nombre de una canción de, precisamente, Portishead. Ambos fallamos en el título. Lo raro de recordar ese suceso es que, en aquellos ayeres, los Portishead estaban en la sección de música alternativa y el otro día que andaba en el Mixup de Perisur... ya estaban en la parte de música general en inglés, en la misma en la que andan los PSB, o Belle & Sebastian (otro de mis grupos favoritos, por cierto), o Michael Jackson, o ABBA... O sea, eso de las etiquetas queda un poco guango, a decir verdad. Por cierto: en esa misma época, y gracias a Un día cualquiera en Vulcano S.E.P. 2.0 (para mí, el mejor de esa etapa), de Fangoria estaba, en alguna de esas dos tiendas, en la sección de música electrónica... junto con Moby, Hawkwind, The Orb, Cabaret Voltaire...
Y sale otra vez Agustín, porque el otro día, en El Péndulo, hablábamos de esa diva de lo suyo que es Susan Sontag. Él se refirió a lo que, ya luego me di cuenta, es el primer párrafo de un ensayo que, como muchas de las conversaciones con Agustín, me ha dejado pensando: “The Aesthetics of Silence” (incluido en Styles of Radical Will), en el que SS menciona que cada era reinventa, para sí, su proyecto de “espiritualidad”. SS, como Eliot o como María Zambrano o como el mismo Agustín, entre otros que dejo en la bolsa, siempre me dejan pensando cosas.
Creo que, junto con la espiritualidad, cada época debe, o debería, definir o precisar términos que, de no pasar por la criba de la reflexión y el análisis, corren el riesgo de quedarse vacíos... y aunque Lypovetsky habla de eso de la era del vacío, no hay por qué quedarnos ídem.
Valga todo esto porque, con Agustín, es de estar definiendo términos de manera constante... y como nunca entendemos nuestras preguntas, ahí estamos.

P.S.: La ausencia de estos días (que, por cierto, me dejó pensando acerca de mi adicción a internet) se debió a problemas con mi conexión. Si por los de Telmex fuera, seguiría sin conectarme y esperando a que se comuniquen conmigo. Por fortuna, hay otras opciones para surfear en la red y en una de ésas estoy. Así que, una vez más, y con el pretexto de la rememoración tangencial de Portishead...
¡A la felicidad por la electrónica!

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